6/12/13

Dos años desde que te encontré.

Querido tú:


"Diario de una teen mom"no se llamaría así si no te contara mi camino en mi nueva vida y el de la personita que me acompaña desde que tomé la decisión de escoger el camino, que para mí, lleva la palabra "felicidad" en cada rincón. Y siendo esto así,  mi primera entrada después de anunciar mi vuelta al blog no podía ser otra que la del segundo cumpleaños de mi Noa.

1/12/13

Con intenciones de quedarme.

Querido tú:


Sí, como ves he vuelto a escribir pero antes de ponerme a contarte el porqué de mi vuelta, quería disculparme por marcharme de esa manera, sin previo aviso y sin explicarte las razones que me llevaron a hacer eso, así que te pido perdón de corazón. Aunque puedas no creerlo, hace unos días leí una opinión de una persona acerca del cierre del blog y que en su día cuando lo cerré también me lo dijeron, y esa opinión me hizo darme cuenta de que lo que hice no estuvo bien, nada bien.
Hoy, una persona bastante especial, concretamente mi pareja, me ha dicho que tú, mi seguidor, te merecías al menos una explicación, aunque fuera por encima, pero una explicación de por qué me fui y por qué lo hice de ese modo. La verdad es que llevaba tiempo pensándolo, lo de volver a escribir y contarte lo que en ese momento pasaba por mi cabeza, pero hasta hace unos días no me decidí a abrir el blog de nuevo.

Y después de esta pequeña y algo cutre disculpa, voy a contarte por qué cerré el blog, y de verdad, lo siento.

El motivo en sí fui yo, puede sonar raro pero no, es así. Aunque ya te lo contaré en otra entrada que tengo pensada, mi principio como novia no ha sido muy bueno, digamos que no entré con buen pie en mi relación con el que era mi amor platónico, y bueno, la cagué. Sí, la cagué bastante y el sentir que me he equivocado y que, por ese tiempo no lo sabía pero ver que he hecho daño a una persona realmente importante para mí, hizo que mis sentimientos se volvieran locos. Dejé por unos momentos de pensar como pienso y actuar como actúo normalmente, aunque en realidad siempre he sido de pequeños arrebatos sin sentido que pueden perjudicar a terceras personas, y en este caso te tocó a ti, mi lector. Que lo siento mucho pero entre mi situación emocional y que ciertos comentarios externos por el ask me hicieron "daño", decidí borrarme todo para que nadie pudiera opinar nada de mi vida por solo leer unas cinco líneas cada vez que escribía una nueva entrada. Pensé que mi vida era mía y que quien quisiera saber un poquito más de ella hablaría conmigo.
La verdad, es que ahora pensándolo, veo que eso también fue algo egoísta por mi parte, por eso que he dicho y me han dicho, hay gente que mi blog le servía de ayuda a la hora de desarrollar su propia vida en una experiencia parecida o porque les servía de "lección" por decirlo de alguna manera, en plan: "yo no quiero pasar por eso". Así que también te pido perdón por esa postura, creo que este tipo de páginas y más cuando tienes seguidores, tienes que pensar también un poco en ellos, porque sin ellos mi blog no llegaría a haber sido lo que fue ni todas esas visitas ni comentarios ni siquiera hubiera seguido escribiendo de no ser porque alguien le leyó en su día.

Así que, en realidad, mi blog se alimenta de tus visitas y comentarios, sin ti digamos que mi blog no saldría adelante y pagártelo de esa manera fue algo feo y por eso te quiero pedir perdón y decirte también que hasta dentro de unos días que no acabe con los exámenes de evaluación no volveré a escribir pero vendré con una entrada que llevabas mucho tiempo pidiéndome y que me quedé a las puertas de publicarla.


Espero que no estés enfadado conmigo y que te alegre aunque sea un poquito poquito mi vuelta.

Un beso.

Marina.



30/8/13

Tú la letra y yo la música.

Querido tú:

Siempre he sido una amante de la música, desde que era pequeña y mi madre me ponía una cinta de cassette con las canciones de "Los payasos de la tele" hasta ahora que escucho por el móvil  "Play hard" de David Guetta.
Pero antes de llegar a la música que escucho hoy, he pasado y sigo pasando por estilos muy diferentes.

Recuerdo de ir de pequeña en el coche con mi madre y escuchar a Los Pecos y de saberme todas las canciones, volverme loca cuando escuchaba a Andrea Bocelli, Alex Ubago o también escuchar a David Civera, y de llegar a emocionarme con una amiga en el coche de camino a mi pueblo escuchando a Chenoa.
Siempre me ha gustado la música pero lo que siempre me apasionaba era cantar, cantar esas canciones aunque no tuviera una buena voz. Creo que por eso también mi película favorita de pequeña era "la Sirenita", porque aparte de que en esa época estaba loca por poder ser una sirena y tener el pelo rojo,  era por las canciones. Adoraba aquellas canciones y he de decir que aún no las he olvidado..

Pero la manera de apreciar la música fue cambiando con el tiempo: de pequeña era porque me divertía escucharla y hacer el tonto bailando, cuando fui creciendo porque me gustaba cantar las canciones y cuanto más difíciles eran, más me gustaban, y ahora la música es mi vía de escape.
Como a muchos adolescentes nos pasa, utilizamos la música para relajarnos, para alejarnos de ese mundo de mierda o para no pensar en nuestra vida o en algún problema que hayamos tenido con gente que nos importa. Es como esa frase: "subir el volumen de la música, bajar los problemas" o algo así, no me la sé a la perfección pero es algo más o menos así. Y no sé tú, pero yo cuando voy con el coche y con la música alta,  tan alta que ni siquiera puedo oír mi voz,  me siento feliz, sí. Me siento feliz porque no da tiempo a pensar en nada más que no sea como sigue la canción y escuchar la letra y el ritmo...

Pero lejos de ser una vía de escape y una manera más de dar pequeños momentos de felicidad, para mí va más allá, desde que soy madre la música es una manera más directa de estar con mi bebé.

Desde que nació y sobretodo en aquellos momentos que no podía calmar a Noa,  le cantaba alguna canción que me acordara de cuando yo era pequeña, tipo: "Un barquito chiquitito" o "Tengo una muñeca vestida de azul" y lo más fascinante (aparte de que me acordaba de las canciones) era que ella me miraba asombrada como diciendo "qué bonita canción" y finalmente se quedaba dormida.
Había ocasiones en las que para ver incluso su reacción, con la música a lo mínimo y no muy cerca del oído por miedo a que se quedara sorda o le hiciera daño, le ponía música mía pero de las canciones más relajadas que tengo como podía ser la versión en jazz de "Don't stop the music" de Jamie Cullum o "All I have to do is dream" de The Everly Brothers. Y esa segunda le encantaba,  siempre se quedaba dormida con esa canción, así que desde que me di cuenta de ello,  cambié las nanas de cuna por cantarle esa canción o el estribillo de "Lighters" de Eminem, lo adoraba.
Cuando fue creciendo la música era también para las dos pasar un rato divertido, resultaba gracioso ver como estaba sentada en la silla del coche y cuando sonaba la música que moviera sólo y exclusivamente las piernas. Parecía que no iban con ella porque ella se encontraba super relajada pero sus piernas parecían estar locas yendo a ritmo con la música. Luego añadió un "paso" más a su baile en el coche: empezó a mover la cabeza de adelante hacia atrás cual cantante de heavy metal (no pretendo ofender) y eso era aún más gracioso pero de lo adorable que era.

Más tarde, cuando ya empezó a tener más independencia, junto con los momentos musicales de la guardería, empecé a enseñarle canciones en casa que tenían bailes, bailes fáciles ligados a las palabras y acciones que en la canción se habla. Al principio, como en todo, le costó un poquito aprenderse las coreografías porque la letra era algo imposible que lo aprendiera, pero con la práctica y el tiempo ahora Noa se sabe más de cinco bailes y algunas más canciones diferentes. Cierto es que lo de aprenderse la letra no lo lleva muy bien,  aún no sabe hablar del todo pero dice la última palabra de cada frase de la canción y algunas como: "hola Don Pepito, hola Don José" lo dice entero (la frase digo).
Y ahora, con sus 21 meses,  aparte de las canciones infantiles que le enseño y hago que practique para incluso así, ejercitar la memoria, Noa se sabe canciones que se pueden escuchar en la radio como puede ser "Get lucky" de Daft Punk o "Little talks" de Of Monsters and men, la cual es una de sus canciones favoritas. Incluso,  Noa ya es capaz de elegir la canción que quiere escuchar,  cuando a lo mejor pongo una y le digo que la escuche y no le gusta, me dice que no,  y a su manera me intenta decir cuál es la que quiere que ponga y si se la pongo se siente feliz.

Uno de los momentos que últimamente le gusta mucho hacer conmigo es que nos tumbemos en mi cama,  cada una coja un casco y nos pongamos a escuchar música sin hacer nada más. Le encanta, y como se me ocurra quitarme el casco se enfada,  lo coge y me lo coloca ella en la oreja o si los ve por ahí viene con ellos y me dice: "mama,  ca,  ca" refiriéndose a "mamá, música, música".

Para mí, la música ha ido más allá como ves de una ser una forma de escapar de la realidad cuando es insoportable, se ha convertido también en una y gran manera de acercarme más a mi hija,  de estrechar lazos con ella,  de disfrutar juntas de eso que a las dos nos gusta y sobretodo de estar a su lado.  Para mí, el tener que tirarme cantando la misma canción en la bañera cuando nos bañamos juntas porque a ella le ha gustado,  no es ninguna molestia sino un placer incluso. Verla disfrutar, sonreír, reír a carcajadas porque hace algo mal del baile o porque al final de la canción aplaudimos o la hago cosquillas para que le sea más divertido es una de las mejores cosas que tiene mi vida.  Saber que hago feliz a esa persona que me da la felicidad.
La música siempre se ha dicho que estimula a los bebés y que incluso cuando están en la tripa,  hacia la semana 20,  los bebés empiezan a percibir sonidos y el ponerles música clásica cerca hace que se relajen y que el desarrollo dentro sea más tranquilo y calmado. Yo,  cuando estaba embarazada, con unos cascos le ponía a Noa música para que la escuchara y su reacción era darme patadas en plan "lo estoy oyendo", era precioso. Así que podría decir que aparte de todo lo que une a una madre y su hijo,  la música ha sido una unión entre las dos que cada día se refuerza aún más, y me alegro mucho por ello...

"Vivo por ella porque va dándome siempre la salida, porque la música es así, fiel y sincera de por vida" - Andrea Bocelli (Vivo per lei).

Marina.

28/8/13

La Maternidad de la A a la Z: T de trasnochar.

Querido tú:

Hoy voy a hablarte acerca de uno de los cambios que se sufre al ser madre,  a mi edad o a cualquiera,  pero como siempre te hablaré en primera persona.

Trasnochar.

  1. Intr. Pasar uno la noche,  o gran parte de ella, sin dormir.

Como bien dice esa definición, trasnochar es pasar toda o gran parte de la noche sin dormir, y yo eso desde hace 21 meses, lo suelo practicar a menudo.

Yo siempre he sido una chica que adora dormir,  si podía dormía fuera la hora que fuera y tantas horas pudiera. Dormir era como una especie de droga ya que, además de descansar, soñaba y mis sueños siempre han sido algo extraños pero siempre que me despertaba me daba la risa por pensar en aquello que había pensado.  Muchas veces pensaba que estaba loca (esque en serio,  mis sueños no son normales).
Con el paso de los años dormía cada vez más, me hacía "mayor" y me daba cuenta que el dormir era uno de los grandes placeres de la vida y como mi vida muy fácil no ha sido, era también una vía de escape, lo que para mí el dormir era algo perfecto.
Pero hubo una temporada que cambié mi horario de dormir, también era normal, era verano, existía el messenger y siempre había algún chico que te hacía tilín y no te importaba quedarte hasta las 4 de la mañana hablando con él porque te gustaba,  ya habría tiempo de dormir. Y así era.

Recuerdo un día que me pasé toda la noche hablando con ese chico especial que tenía y a la mañana siguiente me iba a ir a la piscina con mi familia, iba a estar muerta. Y sí, cuando me tuve que levantar pronto para arreglar las cosas y eso estaba fatal,  pero sólo al principio. Una cosa que siempre me ha pasado es que cuando tengo sueño me vuelvo hiperactiva por unas horas hasta que me da el bajón y no soy capaz ni de abrir los ojos (mis compañeros de clase que se sentaban conmigo dan fe de ello jajaj,  que pesada era). Así que cuando llegué a la piscina estaba bien.
Llegó el momento de irnos a casa y todo genial pero fue entrar por la puerta de casa y caer redonda en el sofá. Dormí desde las 8 de la tarde hasta las 3 del mediodía del día siguiente. 19 horas seguidas durmiendo, mi familia de vez en cuando se acercaba para ver si respiraba, les asombraba que durmiera tanto y llegó un momento en el que me despertaron para comer. Me jodieron la vida con lo a gusto que yo estaba pero les entiendo, yo hubiera hecho lo mismo con Noa.

Este tipo de cosas eran como algo "normal" en mi día a día como persona, las horas mínimas de dormir eran 12 horas y si me dejaban podía dormir más, ya y he contado, hasta 19 horas durmiendo (digamos que es mi récord).
Pero este tipo de cosas, con el embarazo empezarían a cambiar.

En mi caso, a mediados del embarazo empecé a tener otra rutina,  otras horas de sueño. Era como si no necesitase más de 8 horas de sueño ya que con eso me sentía bien.
A lo mejor me acostaba a las 12 o la 1 de la mañana y me levantaba a las 10, quizás 11 como muy tarde pero ya no hacía falta que nadie me despertara.  A finales del embarazo, mi rutina de sueño cambió aún más. En un principio había ido al instituto hasta finales de octubre lo que había hecho que cogiera la rutina de levantarme temprano pero a primeros de noviembre, antes de salir de cuentas y dar a luz volví a mi rutina de adolescente normal,  antes de estar embarazada pero duraría poco.

Llegó mi felicidad y con ello el tener que trasnochar.

La segunda noche de hospital y primera noche que pasaba con Noa, la pasé entera despierta escuchando llorar a mi bebé todo el rato. Tenía hambre pero le dolía la tripa,  nl soltaba bien los gases y se cagaba cada dos por tres,  estaba muerta de sueño pero estaba tan nerviosa que no era capaz de dormirse.  Intenté todo,  masajes para cólicos, el piel con piel, incluso una enfermera me enseñó otras maneras de sacarle los gases pero no había forma.  Hasta las 9 de la mañana desde las 12 de la nochr que se fue la última visita llorando, y prácticamente estaba sola, ya que era yo desde las 3 am o así, quien se ocupó de Noa todo el rato.
Cuando finalmente consigo que se duerma y pienso "bueno, dormiré un poco yo también", llega la primera visita y era mi madre.  Quería hablar con ella,  desahogarme de aquella primera e intensa noche como madre que había pasado.

Y esa sería la primera de muchas...

La verdad es que Noa siempre ha sido una niña muy dormilona desde el segundo día (el primero fue horrible) pero como bebé recién nacido y bebé que era y es,  tenía que despertarse en mitad de la noche para comer y a veces lo hacía hasta dos veces. Esto hizo que mi rutina de sueño cambiara: dormía unas horas, le daba de comer a Noa, volvía a dormir y a las 10 tenía que estar en pie para darle una vuelta a Noa, ya que era invierno y tenía que darla el Sol sin que hiciera un frío exagerado por eso de la bilirrubina al nacer.
A medida que pasaban los días me encontraba más cansada y el tener que despertarme y estar una hora y hasta dos horas despierta a las 4 de la mañana era horrible. Las primeras veces aguantaba bien pero al mes, mes y medio terminé por meter a Noa en mi cama, tumbarnos de lado, engancharla a la teta para que comiese, abrazarla obviamente para que no se cayera y volver a dormir. Mientras que ella comía yo descansaba ya que nunca llegaba a dormirme por si se ahogaba o algo pero ya no tenía ese cansancio o sensación de "no puedo mantener los ojos abiertos". Cuando acababa me guardaba mi pecho y dormíamos juntas y esto fue otro descubrimiento. Cuando ella y yo dormíamos juntas,  era capaz de aguantar hasta 8 horas seguidas durmiendo sin comer, todo un lujo.

Se hacía mayor y el motivo del trasnochar era otro.

Noa se ponía mala con frecuencia así que esto me llevaba a despertarme en mitad de la noche porque su respiración era diferente o porque se ahogaba con los mocos o simplemente porque tosía. Digamos que una madre cuando se trata de su hijo tiene siempre la mente en alerta por ese tipo de situaciones, el instinto materno se llama. Es cierto que alguna vez también me despertaba porque ella misma se despertaba y no quería dormir más, como me pasaría más adelante y sería un "infierno", por decirlo de alguna manera.

Empecé bachillerato y Noa la guardería, nueva rutina, otro horario de descanso.
Entre semana se me hacía duro, como ya leíste en la entrada de mi día a día con Noa y mi horario (entrada: Necesito más horas). Me acostaba muy tarde por tener que estudiar porque no tenía otro momento y luego me tenía que levantar muy temprano para llevar a Noa a la guarde y yo ir a clase. Pero eso no se quedaba en eso, los fines de semana Noa me hacía levantarme como muy tarde a las 8:30 de la mañana por su nueva rutina,  por su nuevo horario.
A mí se me hacía muy difícil porque apenas descansaba y tener que estar en pie a esas horas de la mañana un sábado era de broma pero era uno de los cambios a los que me iba a enfrentar por ser madre. Y sí, me encantaba y encanta que me despierte con un "mamá" y me regale su mejor sonrisa porque me despierto y la cojo,  pero también me encanta dormir o me encantaría poder dormir aunque fuera la mitad de lo que dormía antes.

Al fin al cabo tampoco soy tan diferente de un adolescente normal. Esa persona trasnocha y yo también, se despierta con resaca y yo como si la tuviera por no dormir, le llega a doler la cabeza de todo el ruido de la noche anterior y a mí también, de escuchar a un bebé llorar toda la noche,  esa persona lo aguanta porque quiere y yo también.
Obviamente esta comparación va algo en broma,  no soy igual que tú aunque los dos trasnochemos,  ahí he puesto las diferencias pero también puedo decir, y es mi opinión y experiencia propia, que prefiero mil veces trasnochar con ella a trasnochar por una simple borrachera en una fiesta.

Y sí, es un cambio muy importante en mi vida o yo lo veo así. Pasé de dormir 12 horas mínimo a 5 seguidas si he tenido suerte.
Es uno de los muchos cambios que sufre tu vida cuando dejas de ser "libre" (por decirlo de algún modo) a pasas a tener una responsabilidad tan grande como es el tener un hijo, es algo que sabes desde un principio y que por esa personita que te saluda desde dentro y que llora por estar contigo fuera, no te importa llevarlo a cabo,  el trasnochar por hacer feliz a parte de ti.



PD: Y esta entrada también me sirve para explicar y dar argumentos de por qué un día durmiendo es un día "perfecto" para mí y ya lo dije: cuando careces de una cosa (en este caso de dormir o descansar las horas necesarias o suficientes), tenerlo al menos un poco de ello es un lujo,  algo perfecto. Es como una frase que una vez leí: "no apreciamos el silencio hasta que eres madre/padre" y lleva muchísima razón (aunque también ocurre cuando tienes hermanos pequeños por ejemplo o algún niño a tu alrededor).

Pasa un buen día y espero que te haya gustado la entrada.
¡Besos!

Marina.

21/8/13

Missy rebel.

Querido tú:

Empieza la cuenta atrás para los "terribles dos años", y van llegando fuerte.

Desde hace meses,  una de las primeras palabras que Noa entendió y llevó a la práctica fue el "no". Sí, decir que no era parte de su vocabulario habitual e incluso llegó a ser la única palabra que salía de su boca, por un tiempo.  Esto se debía a la novedad de la palabra,  de saber decirlo, porque le preguntabas cualquier cosa y decía "no", aunque luego si lo hiciera o aceptara lo que tú le habías ofrecido.

Pero de aquí a un tiempo eso cambió.

Desde hace unos meses,  digamos que ha sido desde que comenzó el verano, empezó a utilizar el "no" de nuevo, y no era para hacer la gracia por así decirlo o porque le gustara, no.  Empezó a usarlo de nuevo para negar todo aquello que le dijeras, ya fuera una orden o que le ofrecieras una cosa.
Ella sabe perfectamente que el "no" sirve para negar algo o para evitar hacer aquello que te digan,  por ejemplo: alguna que otra vez le digo que venga hacia mí que la voy a peinar y me dice que "no" con cara de enfado y se va aún más lejos de mí. Y como este muchas más cosas.
De vez en cuando,  también es cierto que lo hace porque sabe que a mi tía, por ejemplo,  no le gusta que ella le diga que no le quiere y cada vez que le pregunta: "¿me quieres?", ella responde que no, y a continuación se ríe con una risa de bruja mala típica de Blancanieves y se va corriendo. En ese caso lo hace porque le hace gracia y porque después mi tía va corriendo a buscarla y se la come a besos, y eso a Noa le encanta.
Pero volviendo a lo de antes,  el "no" que Noa más suele utilizar es en plan "no lo pienso hacer porque me lo digas tú", es como si se revelara.

Y tanto que se revela.
Sinceramente, yo no sé si eso de lo de "Los terribles dos años" existe. Si que es cierto que siempre he oído hablar de que es como la época en la que más rebeldes se encuentran y en una de las que menos caso te hacen porque además ya se ven más capaces de hacer más cosas e intentan investigarlo todo más a fondo. Y bueno,  de ser cierto ese "mito", por llamarlo de alguna manera, Noa está empezando y de lo lindo.

También he que decir que últimamente al no pasar tanto tiempo con ella como en julio,  no sé si está yendo a más o si se porta mejor incluso, yo te hablaré del mes de julio y algún mes atrás.

Noa,  digamos que siempre ha sido una niña tranquila pero a medida que ha ido creciendo se ha vuelto más mala,  un bicho. No para quieta y no se le ocurre nada bueno, lo más reciente ha sido que intento meter un folio por el ventilador,  probablemente para ver que pasaba. Da a todos los botones de todo: ventilador, mando del aire y de la tele, coge el teléfono y le da a las teclas y hace como que llama a alguien. Se intenta pintar el cuerpo con cualquier cosa y le mata la escobilla del váter.
Un día, le estaba preparando el baño y me fui a coger un pañal y la toalla y cuando volvi estaba metiendo la escobilla por el váter, vaya,  que se sabe su función a la perfección. Abre y cierra todos los cajones y puertas de la casa o si no enciende todas las luces y no las apaga.
También, una cosa que le encanta hacer es coger un álbum de fotos y tumbarse a verlo en el suelo, quizás ese sea uno de los pocos momentos de tranquilidad que tiene.  Y bueno, a todas estas acciones,  sobretodo cuando se trata de algo malo,  va una riña (por decirlo así).

-Noa! No toques eso!  Ven aquí o te vas castigada a pensar.
+No (te da la espalda,  cruza los brazos, pone cara de enfado y se va andando super indignada o si no,  sigue haciendo aquello por lo que le has regañado).

Y así la mayoría de las veces, obviamente, si a la 3a no ha dejado de hacer aquello por lo que se le ha regañado se va medio minuto castigada a pensar contra la pared, pero eso no le impide el seguir portándose mal.
Depende de la ocasión, según le apetezca o no,  le haya afectado más el castigo o le dé un poco igual, se levanta cuando no miras, se mueve,  se da la vuelta o incluso se acerca a ti para abrazarte y hacer que te ablandes. Se podría decir que tonta no es y que también se le da muy bien el teatro, ya que llora aposta o con más fuerza para intentar dar pena y que la perdones jajaj.

La verdad es que ha pasado de ser una niña buena a toda una rebelde aunque también tenga sus momentos en los que se porta genial y te hace caso.
No sé realmente si esto irá a peor cuando cumpla los dos años pero tengo casos de niños de dos años (y todo son niñas, que por lo general son más listas y malas que los niños) que menudos piezas están hecho a lo que se le une uno de los errores (para mi parecer) que más comete la gente: enseñarle palabrotas a los niños porque resulta gracioso cómo lo dicen. Y que viendo a esos niños piensas "ojalá y mi bebé no sea así cuando tenga los dos años", y sí, aunque la educación que estoy intentando darle a Noa va dando resultado poco a poco,  espero que no sea como ellos,  aún así me da miedo la llegada de "Los terribles dos años" y que además, está a la vuelta de la esquina.

Ahora quiero decirte/pedirte una cosa,  siempre tienes que estar preguntándome cuándo subiré nueva entrada y no me gusta porque parece que deacuido el blog o algo parecido, así que para que sea más fácil para los dos de saber cuando subiré entrada nueva,  a partir de hoy las entradas las subiré los miércoles, es decir, habrá nueva entrada cada miércoles. De todas formas,  cualquier duda/petición que tengas puedes hablarme por ask o por twitter.

Ahora sí,  he acabado.

Un beso enorme y que pases un buen día!

Pd: en breves habrá entrada sobre como mi amor platónico se ha convertido en mi amor correspondido.

Marina.

14/8/13

Horas sin ti.

Querido tú:

La verdad es que mpe sabía muy bien de que hablarte porque quería contar cosas de Noa,  de cómo sigue creciendo, de cómo se hace cada día más mala pero esto de pasar con ella pocas horas al día hace que no tenga muchas cosas, aparte de las que ya he contado, para contarte.
Así que como me sueles preguntar muchas veces acerca de cómo me siento con esto de que Noa no esté conmigo las 24h del día, he pensado en escribir sobre ello. Escribir acerca de lo que estoy haciendo estos días, sobre cómo me siento.

La verdad es que no lo estoy pasando tan mal como esperaba y en corto modo,  eso no me gusta.
El primer día, cuando se tuvo que ir lo pasé bastante mal,  cuando íbamos bajando las escaleras se me acurrucó en el pecho y se me agarró fuerte nada más ver a la persona que la esperaba. Esa persona tuvo que "arrancarla" de mí para llevársela pero eso no fue lo peor, lo que más daño me hizo fue que no se quisiera despedir de mí y que me mirara con unos ojos llorosos y gritando mi nombre. Puedes pensar que a lo mejor su mirada no expresara eso y que yo lo interpretara así porque quiero,  pero hay miradas que hablan y cuando es la de tu hijo la entiendes a la perfección.
La reacción de Noa supongo que era algo normal pero no significa tampoco que no quisiera estar con esa persona, pero después de un mes entero con mamá sin separarse ni un sólo día, era raro que de repente tuviera que irse y dejar a todos los que somos en casa (y no somos pocos).
Ese día me contaron que al principio estuvo como algo tímida pero que luego volvió a ser la misma niña de siempre: alegre, divertida, alocada y rebelde.

Ese día fue algo raro para mí, empezaba el mes sin ella y quizás una nueva historia. Y yo era una bola de nerviosismo a punto de estallar y su mirada fue el detonante.
Subí a casa para coger unas cosas y me preguntaron que qué tal se había ido y no fui capaz de contestar, me derrumbé de sólo recordar su mirada. Me tranquilicé y se lo conté y cuando terminamos de hablar me arreglé y me fui. Sí, había quedado.
Si tengo que decir la verdad no estaba muy segura de quedar ese día. Me sentía mal el irme el mismo día que mi hija se iba,  pensaba que iba a parecer que estaba deseando que se fuera para quedar o salir, pero detrás de esa primera imagen que podía dar estaba una semana sin quedar con nadie, ni siquiera llevándola porque quería aprovechar de los pocos días que me quedaban para estar con ella durante todo el día. Y si ese día quedé fue porque tenía una cita y conversación importantes desde hacía tiempo y preferí esperar a que ella no estuviera para no perder tiempo con ella y para que nadie tuviera que hacerse cargo de ella mientras yo "disfruto".
Así que gracias a esa cita, por así decirlo, no estuve todo el día pensando en quee estará haciendo Noa, estará bien o estará llorando porque me echa de menos, etc. Estuve pasando un buen rato con una persona especial y saboreando un poquito la vida de quien se supone que debería ser y no soy por elección propia.

Los siguientes días fueron más o menos igual: Noa no hacía el amago de querer irse pero tampoco se iba llorando o mal, y a medida que avanzaban los días se iba más convencida. Y lo bueno para ella es que cada día hacía algo nuevo o diferente que le gustará.
Un día a la piscina, otro día al parque, a una piscina de bolas, incluso compró un par de peces, un día de manicura... Sí, con lo de la manicura me refiero a pintarse la uñas porque un día cuando ya estaba conmigo, estábamos en un sitio con mi familia y unos amigos y Noa y sus amiguitas (que trajeron pintauñas) se fueron a pintar las uñas, y Noa es muy coqueta para esas cosas (tengo que fingir incluso que la echo desodorante cuando ve el bote, le encanta imitar a los mayores) así que sus amiguitas también le pintaron las uñas a ella.  Cuando se le fue del todo el pintauñas, con esa persona también se las pintó y yo sinceramente, no estoy a favor de que se pinte porque es un bebé y me da miedo que pueda intoxicarse con ello pero también me da miedo echarle quita-esmalte por si le daña la uña o la piel, así que bueno, por un día se puede hacer la vista gorda.
El caso es que Noa se estaba divirtiendo con cada cosa que hacía y eso es muy especial para una madre porque lo único que quieres es que tu hijo sea feliz.

Mis días también fueron muy parecidos unos de otros: estudiar y salir.
Aprovechando que Noa no está y no llega hasta las 9, empecé a salir, a disfrutar de mi tiempo libre por así decirlo. Estudiaba por las mañanas y por la tarde quedaba o sino me pasaba el día entero estudiando o si me encontraba muy cansada, durmiendo. Digamos que aprovechaba ese tiempo para hacer aquello que con un bebé no puedo que es: relajarme, dormir, estudiar, salir sin "preocupaciones" (aunque sí que la tenía en mente, sobre todo al controlar la hora), sentarme por más de 10 minutos (que eso ya es mucho) y ser aquello que debería y que no soy como dije antes: una simple adolescente. Y obviamente esta situación cambiaba a partir de las 21:00,  que volvía a ser esa madre orgullosa de serlo de la niña más bonita que jamás podía haber tenido.

Al principio he dicho que no lo estoy pasando tan mal como esperaba y es por lo último que te he contado.
Estoy como pensando en otras cosas, disfrutando de estos pequeños momentos de libertad y puede que suene egoísta, lo sé, pero no es así, te lo aseguro.  Pero el estar pendiente de otras cosas hace que no piense en las cosas malas,  que en este caso es que no tengo a Noa conmigo, y me pare a disfrutar de lo que se me presenta, por decirlo de alguna manera.
Lo que quiero decir es que no es que no quiera que mi hija vuelva o que no quiero ser madre o que piense que me haya equivocado, no.  Lo que quiero decir es que yo, al igual que cualquier padre o madre, echo de menos esos momentos para mí, de estar sin niños (en el caso de quien tenga más de uno) y que no es porque yo tenga 17 años y esto me venga muy grande, no; este sentimiento que yo tengo también lo sienten personas de 20, 30 y 40 años. A todos, incluso sin tener hijos,  nos gusta poder relajarnos sin que la familia, amigos o los malos momentos nos molesten,  ¿o acaso estoy diciendo una mentira?
Pues eso mismo  siento yo y no por ser madre tiene que ser juzgado a malas porque no estoy perjudicando a mi hija con quedar una tarde o pasarme el día durmiendo/estudiando cuando ella no esta. Y sí, obviamente preferiría que ella estuviera y no poder hacer esas cosas porque aunque no tenga tiempo para mí misma,  el tiempo que le dedico a ella es maravilloso pero como me dijeron, este mes me va a servir para despejarme, para darme cuenta (más aún) de lo que se puede querer y echar de menos a un hijo, y para también darme cuenta de todo a lo que renuncié con querer ser madre.

Y es cierto, me estoy dando cuenta de ello y de más, pero sigo pensando que el decidir ser madre ha sido una de las decisiones más importantes que he tomado y de la que me es imposible arrepentirme.

Pasa un buen día, ¡un beso!
Marina.

5/8/13

La Maternidad de la A a la Z: A de Ayudar.

Querido tú:

Como ya te dije, hoy voy a hacer un La Maternidad de la A a la Z para explicarte y hablar de aquello que me pediste, de la ayuda que he recibido por parte de mis tíos.

Ayudar:

1. tr. Cooperar,  colaborar.
2. Auxiliar, socorrer.
3. Valerse de la ayuda de algo o alguien.
4. Prestar colaboración desinteresada en una necesidad o peligro.

Esta vez hablaré de la palabra en general. Bueno,  allá voy.

Todo empezó cuando yo era inconsciente de todo,  vivía en mi antigua casa con mi madre,  mis hermanos y el hombre enmascarado. La situación por la que pasaba, como ya te expliqué, no era buena y menos la adecuada para crecer, tanto yo como mis hermanos. Sin yo saberlo,  mis tíos nos habían estado ayudando desde hacía tiempo,  sobretodo por las noches que era cuando la cosa empeoraba,  y de ahí que yo no supiera de sus visitas y su ayuda.  Alguna vez que hablo con esto de ellos,  me hablan de que muchas veces se venían a comer con nosotros que hasta dormían a casa y que algún día me llevaron al colegio, sinceramente, de esa época recuerdo sólo las cosas que me marcaron emocionalmente y de esos momentos tengo vagos recuerdos y tiene su explicación, pero sé que estuvieron allí.

Más tarde, cuando la cosa ya no podía ir a peor,  bueno, sí podía pero no llegó; mi madre me preguntó si quería irme a pasar una semana con mis tíos, a mí me resultó bastante raro porque seguía teniendo colegio pero era tal las ganas que tenía de escapar de allí que no lo dudé ni un momento.  Aún recuedo a mi hermana llorando cuando me iba..
Bueno,  llegué a su casa y fue ahí, en ese momento, cuando empezaría a darme cuenta de la ayuda que me habían ofrecido y de las demás cosas que harían por mí porque el simple hecho de acogerme,  de prepararme una habitación, de comprarme la ropa que necesitaba, de acompañarme todas las mañanas a Alcalá de Henares al colegio,  de darme besos, eso,  todo eso,  para mí era ayuda, la ayuda que necesitaba,  el cariño que merecía,  la atención necesaria...

Las ayudas empezaron a ser de otro tipo,  mover papeles para cambiarme de colegio, consejos, libertad para hacer algunas cosas,  dinero a la hora de quedar con mis amigas o el permiso de poder dormir en casa de alguien. Quizás pienses que eso no son ayudas,  que cuando te ayudan lo hacen de otra manera como por ejemplo que estés llorando y te intenten consolar pero tengo que decirte que yo estaba llorando, mi yo interior estaba hecho polvo en un rincón, mi persona no era yo, y esas cosas a mí persona interior le hacían crecer,  pensar: "me gusta esto, me alegro de que no fuera sólo una semana". Me estaban ayudando a ser una persona normal con una vida normal con amigos normales y con una familia normal que se preocupara por mí, y te aseguro que cuando te dan eso,  sientes que es la mejor ayuda que podías haber recibido...

Y bueno,  eso no sería todo.

Llego el cinco de febrero del 2011 y la noticia de que estaba embarazada.  Con ello llegaría otro tipo de ayuda,  una ayuda que agradecería aún más y que me sentaría mejor.
Su primera ayuda fue un consejo: "aborta", sí, para mí eso no era una ayuda,  si lo hacía iba a volver al fondo pero en cierto modo sí lo era.  Ellos querían lo mejor para mí, que siguiera siendo una adolescente normal con amigos y pareja y todo el tiempo del mundo para disfrutar, no querían que un bebé entrara en mi vida.  Pero dada mi postura tuvieron que dejar de lado esa ayuda para brindarme otra,  me apoyarían hasta el final.
Desde que seguí con el embarazo siempre estuvieron ahí: me acompañaban al médico, las revisiones,  me compraban todo lo que necesitara,  nos comprábamos revistas de bebés para que me informara ya,  mi tía veía documentales de bebés conmigo,  me daban aquellas cosas de comida que se me arrojaban, como una sopa a las 5 de la tarde para merendar.  Desde el principio del embarazo estuvieron ahí y el día del parto,  mi tía y mi tío me ayudaron muchísimo. Mi tía pasó conmigo y su apoyo allí dentro fue importante y mi tío se encargo de coger las cosas mías y del bebé de casa y avisar a todos y esperar en la sala de espera a que yo y mi Noa salieramos.

Una vez que Noa nació estuvieron las 24 horas del día conmigo en el hospital y cuando salimos me ayudaron con los papeles del bebé y con todo.  Me llevaban al médico con Noa cuando lo necesitaba,  me ayudaban o me explicaban algo que no supiera por ejemplo a preparar biberones,  o le compraban la ropa a Noa con su dinero,  etc.
Cuando salió todo el tema del jucio me ayudaron con los abogados y a informarme de todo y estuvieron allí conmigo..

Digamos que la mayor ayuda que he recibido de ellos es la nueva vida que me dieron y las facilidades de poder seguir acabo con mi embarazo,  el no haberme dado la espalda y el tratarme como a una hija más, tanto en lo bueno como en lo malo,  y el hecho de haberme ayudado a ser una mujer,  a ser más madura y a saber hacerme cargo de mis responsabilidades y a ver la vida desde otra perspectiva. Gran ayuda también ha sido el apoyo económico que he recibido y recibimos tanto Noa como yo por su parte,  que desde hace unos meses es menor porque yo ya puedo hacerme con ciertos gastos nuestros,  sí, pero aún así les agradezco que me hayan ayudado en todo cuando lo he necesitado y cuando no.

Y para acabar quiero decirte una cosa,  yo no soy quien para decirtelo o para meterme en esos asuntos pero como un padre y una madre no hay nadie,  o al menos la figura de ellos. Siempre veo comentarios tipo: odio a mis padres, son lo peor,  que asco les tengo,  etc; los típicos de un adolescente, y cada vez que veo eso me da lástima que piensen así o por ejemplo, ir por la calle y ver a dos padres y un hijo o hija con los cascos y hablando por el wa ignorando a sus padres. 
Yo, vuelvo a decir,  no soy quien para decir nada porque también ne canso de estar en mi casa y hay veces que mi familia me saca de quicio, pero sinceramente, doy gracias por tenerles y lo que te quiero decir es que aproveches el tiempo que puedas de ellos,  porque  cuando no los tienes y les necesitas y sabes que no estarán, ahí, se te puede caer el mundo encima..  Por esto digo que hay que apreciar más a quienes están a nuestro lado, sea quien sea,  porque no sabemos cuando dejarán de estar ahí o de ayudarnos,  porque aunque no lo veamos así, con un simple castigo ya te están ayudando,  y te lo digo porque yo ahora que soy madre me doy cuenta de ello.  En otro momento hubiera pensado todo lo contrario, que lo hacen por joder,  pero no, es por ayudarte a ser mejor persona,  a que te des cuenta que así no se hace.
Pero bueno, no me enrollo más jaja.

Espero que te haya gustado y que sea lo que esperabas de esta entrada,  lo digo por que es una petición y tal. 
Ya sabes que si tienes alguna otra idea o algo de lo que quieras que escriba puedes decírmelo por un comentario aquí, por Ask o por Twitter.

Y bueno,  lo último darte las gracias por leerme y por estar ahí cuando te necesito.  Pasa un  buen día.

Marina.

29/7/13

Diez días en el paraíso.

                                                   Querido tú:                                                                                                            

Bueno, como ves ya estoy de vuelta de las vacaciones y como te prometí voy a hacer la entrada de nuestras vacaciones, de cómo nos lo hemos pasado, las cosas que hemos hecho y lo que ha avanzado Noa en estos diez días, que aunque parezcan pocos para ella en ese aspecto han sido muchos.
Empecemos:

Llega el día de irnos y preparamos las últimas cosas: hacemos una revisión de que esté todo en las maletas, que no se nos olvide nada necesario aquí en casa e intent
ar que todo quede lo más recogido y limpio posible para que cuando volvamos a los diez días no esté con mucho polvo. Es de noche y como salimos de madrugada me tengo que quedar con mi primo Mario e intentar que se duerma, una vez dormida Noa, para que así mis tíos descansen para el viaje del día siguiente, porque los dos tendrían que conducir (uno en cada coche) porque al ser tantos no entramos en un coche.
Son las 6 de la mañana y ya estamos todos en los coches preparados para irnos, y como es tan pronto los dos niños (Mario y Noa) se quedaron dormidos y yo a mitad de camino lo mismo. No había dormido nada aquella noche, no porque Mario se despertara porque a la 1 de durmió y ya no hubo niño sino porque había otras cosas que me entretenían y  tampoco quería dormirme, no iba a ser capaz.
Pasadas las seis horas de viaje llegamos Nerja, en Málaga, que era donde teníamos la casa alquilada. Nos cogimos un adosado con piscina para esos días que no nos apeteciera ir a la playa podernos bañarnos ahí, sin tener que movernos mucho. La verdad es que la casa era bonita pero muy calurosa, sobretodo mi habitación, bueno, la mía y la de mi primo y Noa. Estaba en la última planta y solo teníamos un ventilador para cuando durmiéramos que no pasaramos mucho calor, pero era imposible, te morías del calor.

El primer día la verdad es que fue así de relax, para conocer la casa y por la noche algo el pueblo y para deshacer las maletas. 

El segundo día nos bañamos en la piscina porque íbamos a hacer barbacoa para comer y si íbamos a la playa no nos daba tiempo. 
Con respecto a Noa, no tenía muchas esperanzas en que le gustara bañarse en la piscina porque la primera experiencia de este verano no fue muy buena y eso que el agua de aquella piscina, para estar en Madrid, no estaba muy fría. El agua de esta piscina la verdad es que acompañaba al tiempo, estaba tan caliente que no daba apenas impresión entrar en ella, así que Noa no lloraría por eso, pero s
í lo haría por el hecho de estar en la piscina: se me agarró al cuello con todas sus fuerzas y me chillaba en el oído, estaba super desconfiada y más o menos, después de un gran rato dentro conseguí que se soltara un poco y disfrutara un poquito de la piscina jugando al corro de la patata. Tenías que haberla oído cantarlo, la mejor parte era cuando tenía que decir "achupé achupé", decía: "petepé petepé", sí, suele cambiar las palabras jajaja, y bueno, cada vez que decíamos eso de "sentadito me quedé" la metía dentro del agua entera, cuando salía hacía pedorretas co
n la boca para que no le entrara el agua y se quitaba los pelos del flequillo. Lo que más me gustaba era los ojos que tenía, como apenas tiene pestañas, se le ponían preciosas estando mojadas.


Cuando ya se cansó la saqué del agua, le puse su toalla de la Minnie o bueno, como dice ella: miniminie, y me salí yo también a estar con ella. Sinceramente, me hubiera gustado haberme quedado un poquito más en el agua para poder disfrutar de ella, para poder nadar a mi antojo, pero como el año pasado te conté, este es también uno de los cambios a los que me tuve que enfrentar pero bueno.
Por la noche, fuimos a dar una vuelta por el pueblo y la verdad es que el centro era precioso. Tenía un mirador que con el reflejo de la luna quedaba muy bonito y había muchos extranjeros, casi todos alemanes, ingleses no había apenas y muchas heladerías, todos los helados tenían una pinta buenísima y alguno de ellos pude probar y sí, estaban riquísimos.

El tercer día fuimos a la playa, ¡por fin! Desde que llegamos estaba deseando ir a la playa aunque no estaríamos mucho tiempo por desgracia. 
Fue un verdadero show nuestra entrada en la playa, imagínate: un carro con un bebé y veinte mil bolsas colgando del carro, mi primo David y mi abuela llevando los dos una tabla de corcho porque mi primo decía que le pesaba mucho y mi abuela se la cogió, yo cogiendo a Noa porque lloraba con sólo tocar la arena (odia la arena de cualquier tipo) y con veinte mil bolsas también, mi tía con las sombrillas y alguna bolsa y mi tío, que se libró de todo esto, fue a aparcar. 
Mis tíos se fueron con mi primo pequeño a buscar un sitio para ir a comer otro día paella, porque ese día ya teníamos la comida preparada en casa. Así que me fui con mi primo y Noa al agua pero estaba algo fría y entre eso, y que había arena, a Noa no le gustó para nada y para colmo, se puso en cuclillas y con la fuerza de una ola se cayó para adelante porque perdió el equilibrio y se manchó entera de arena, por la cara y todo, así que tuve que meterme con ella en el agua de golpe para que se limpiara. Estuvimos muy poco tiempo juntas dentro del agua porque no quería meterse, quería salirse y aprovechando que mis tíos ya habían llegado y que no se iban a bañar porque el agua estaba fría, les dejé un ratito a Noa para meterme yo en el agua con mi primo.
Ese ratito que estuve dentro me sentí como antes, como antes de ser madre pero cada cinco minutos le decía a mi primo que fuera a ver si Noa lloraba porque de ser así me saldría para atenderla yo, pero como no lloraba y mis tíos me decían que siguiera dentro, me quedé, aunque tampoco sería mucho. 

El cuarto día nos volvimos a quedar en casa, en la piscina, porque no ibamos a ir a la playa para que nadie se bañara pero aún así, fue un gran día.  

Noa en la piscina ya estuvo algo más confiada, ya no lloraba al entrar pero no se iba con nadie, sólo quería estar conmigo, que jugáramos al corro de la patata y que nadie se acercara. También hacíamos pedorretas dentro del agua y empezó a hacer una cosa super graciosa, que cuando me lo hizo a mí por primera vez no la entendí, hasta que lo hizo ella. Me cogió con los dedos la nariz y me intentaba llevar la cara hacía el agua pero yo le quitaba los dedos porque me hacía daño y se lo hizo ella, cogió con sus deditos su nariz y la metió en el agua y cuando sacó la cabeza se destapó la nariz, luego me dijo: mamá, mamá, y me tocó a mí meter la cabeza; pues con eso estuvimos un buen rato. 
Ese día por la noche también salimos y descubrimos una calita bastante bonita que tenía buena pinta para bañarse y decidimos que iríamos un día. También fuimos a dar una vuelta por otra parte del pueblo que no habíamos visto, y fuimos a un parque que se llamaba "Verano Azul", sí, se llamaba así porque Nerja fue la ciudad donde se rodó aquella serie que nuestros padres veían y que algunos de nosotros también hemos visto. El parque la verdad es que era bonito y en una zona, había un barco, el Barco de Chanquete, intenté hacerle una foto pero mi móvil no es muy amigo de la calidad que pueden tener las cámaras y bueno, mejor que no veas la foto jajaja.

Los demás días fue una pequeña rutina de piscina/playa, comer, siesta, piscina, cenar, salir y luego dormir y vuelta a empezar. 

Hubo dos noches, las dos últimas, que fuimos a una cuidad de la cual nos habían hablado bastante bien y que la verdad, era también muy bonita. El último día que fuimos había una feria bastante grande la verdad y mi primo se quería montar en una atracción que se parecía bastante al Vértigo del Parque de Atracciones de Madrid, no sé si sabes cual es, así que como solo no podía montar, subí con él. La verdad es que me encantó, fue como si hubiera estado allí en Madrid ya que no iba a tener la oportunidad de ir al Parque de Atracciones este año, otra vez... Esa noche también monté a Noa en unas atracciones que había para ellos, para los más pequeños y en otras ocasiones siempre me tenía que montar con ella para que no se levantara o no pasara miedo, pero esta vez fue diferente, me quedé a fuera para ver como disfrutaba de la atracción desde otra perspectiva y poder decirla "adiós" cada vez que pasara delante mía. Me emocioné de verla tan contenta jugando en el cochecito en el que estaba montada, se me escapó una lagrimilla, sí, cada vez que la monto en alguna cosa de estas y la veo disfrutarlo me emociono. Supongo que será el orgullo materno de saber que he hecho algo bien por ella y que lo está disfrutando, o que simplemente adoro verla feliz y contenta, no sé, lo que sí sé es que me encanta verla así. 

En el tema de la piscina, cada día que pasaba, Noa iba cogiendo más confianza, tanta que finalmente, el último día, conseguí que nadara ella sola con los manguitos. ¡Sí, ella sola! Para mí verla mover esas piernecitas y bracitos rapidamente mientras que se reía muchísimo y se ponía nerviosa porque estaba ella sola nadando fue una de las mejores experiencias que jamás he vivido, me encantó. Y como soy una mamá un poco tonta volví a llorar por ver lo que había conseguido. Llevaba un par de días intentando que cogiera confianza y que nadara, le expliqué como tenía que mover los brazos y decíamos las dos "a nadar, a nadar, a nadar" y se soltaba y movía los brazos tal y como la había explicado mientras que yo la sujetaba por la tripa para que flotara. También buceó con mi ayuda, la agarraba igual que mientras la enseñaba a nadar y la metía la cabeza dentro del agua y la movía por 5 segundos como mucho, y la primera vez que se lo hice no estaba muy convencida de ello pero salió con los ojos abiertos, con esos enormes ojos, me miró, rió y me pidió que la volviera a meter. Se lo hice un montón de veces hasta que ya vi que los ojos se le empezaban a poner rojos por el cloro y paré, no quería que se le irritaran ni nada por el estilo. Pero aún así, esos momentos comparados con el momento en que la solté y empezó a nadar ella sola, no son nada, en serio. 
Fue una sensación tan agradable, de sentir que has hecho algo bien, que aunque tengas 17 años has sido capaz de enseñarle a tu bebé a nadar y ver que es feliz haciéndolo, me encantó, digamos que sentí como si me colgara una medalla más de buena madre, no sé como explicartelo pero para mí, este tipo de cosas son muy importantes. Siempre me tengo que estar enfrentando a pensamientos de que como tan sólo tengo 17 años no soy capaz de cuidar de mi hija o que no tengo la capacidad suficiente de educarla o eso, darle un buen futuro, y un comentario que una vez tuve que soportar y me tuve que callar y que odio fue: "hasta hace bien poco sabe que Marina es su madre" refiriéndose a que hasta hace poco mi hija ha sido criada por mi tía cuando no es así. Desde el primer día que nació la he cuidado yo sin problemas y sin apenas ayuda, pero bueno, es lo que tengo que aguantar por tener estos 17 años, que la gente se hace ideas muy equivocadas y se piensan que por tener una corta edad tu mente es igual, cuando personas de 37 años llegan a ser más descuidados con sus hijos que yo, pero bueno, ese tema no tiene que ver con mis vacaciones. Me he enrollado demasiado, sólo quería explicarte lo mejor posible como me sienta que mi hija sea feliz o aprenda cosas gracias a mí y a mi insistir de cada día... 

Como otra cosa, ahora le ha dado por querer echarse ketchup en todas las comidas, no siempre le hecho obviamente porque puede hacerle daño en el estómago pero ella bien que dice: "chetchup" para que la eche jajaja, está tan graciosa y cariñosa. Últimamente está mucho conmigo y de repente llega y me dice "mamá" con una voz muy dulce y me abrazada por el cuello, me encanta cuando hace eso, pero hay otras veces que llega a ser un poco insoportable. Está en ese momento de "lo quiero y lo voy a intentar conseguir como sea" y si no le doy lo que quiere se pone a chillar, a tirarse por el suelo, a llorar fuertísimo y si no a tirar las cosas al suelo o hace el amago de morderme, así que como te puedes imaginar, se pasa bastante tiempo del día castigada sentada a pensar en lo que ha hecho, hasta que llega otro capricho y se vuelve a tirar al suelo. Y ahora me que acuerdo, con respecto al tema de las pelusas seguimos igual, sigue teniendo esa pequeña envidia de mi primo pequeño, y  tanta es que ha empezado a tomar biberón de nuevo cada vez que ve que él lo bebe, cuando llevaba mucho tiempo ya sin tomar ya que sus desayunos ahora son de un vasito de leche con cola cao y galletas, así que supongo que esto irá para largo. 

Bueno, algo se me escapa por ahí, lo sé, pero ahora mismo no me acuerdo de qué es así que supongo que tendrás que conformarte con este resumen de nuestras vacaciones y espero que las fotos te gusten. Por desgracia, no he podido sacar ninguna foto de Noa nadando sola, a mí también me gustaría haber tenido una pero no le pude hacer, ya que yo tenía que estar dentro del agua con ella.

Y decirte que espero que estés pasando un buen verano y que si te vas de vacaciones las disfrutes tanto y más que nosotras! Un beso.

Marina.

18/7/13

¡De vacaciones!

Querido tú:

Bueno, esta entrada es sólo para decirte que durante 10 días mínimo, no actualizaré el blog porque hoy mismo a las 5 de la mañana estaré saliendo para Málaga para pasar allí las vacaciones.

Deciros que espero que paséis una buena semana y que cuando vuelva habrá entrada sobre las vacaciones, cómo se lo ha pasado Noa y de las cosas que hemos hecho y prometido que habrá fotos. 

Bueno,  sólo era deciros eso.  Un beso y seguir con unas buenas vacaciones y ¡pasa un buen día!

Marina.

13/7/13

Día de piscina, mañana de hospital.

Querido tú:

Hoy voy a contarte nuestra primera experiencia en la piscina de este verano.

El día empezó bien, todos preparados para ir a la piscina y pasar un buen día en familia. Llegamos a la piscina y nos fuimos a colocar todas las cosas para después echarnos crema,  sobretodo a los niños,  y meternos en la piscina.
Cuando terminé de echarle crema a Noa le puse los manguitos de la Sirenita que me habían regalado,  y nada más ponérselo hizo sus necesidades en el pañal de agua,  menos mal que me di cuenta y no la metí en el agua con el pañal sucio.

Se lo cambié y le puse otro y de nuevo el bañador y los manguitos y ahora sí estábamos listas para meternos en la piscina.
Primero fuimos a la de los niños pequeños para que tanto mi primo pequeño como Noa,  pudieran disfrutar un rato pero no lo hicieron,  estaba tan helada el agua de esa piscina que estuve un minuto con los pies dentro y los saqué blancos (y esl que yo soy blanquita, pues más aún), fue algo increíble sobretodo porque era la piscina de los niños pequeños,  esa siempre ha estado más calentita que las demás. Así que como no podían bañarse ahí nos fuimos a una de los mayores, ¡y menuda diferencia!
No tenía nada que ver con la otra, podías meterte que no te congelabas ni nada por el estilo, estaba incluso caliente en comparación con la otra.  Y bueno,  yo me acerqué al borde para con el pie tocar el agua y me empujaron y me metí dentro, y lo dicho,  el agua estaba perfecta así que cogí a Noa y nos tiramos juntas al agua. Se me abrazaba fuerte pero estaba más o menos cómoda y jugamos un poquito hasta que un socorrista se me acercó y me dijo que la niña no podía llevar manguitos,  me quedé con una cara de estúpida y le dije que si no los llevaba que se me ahogaba la niña y me dijo que ese no era su problema,  que las normas son las normas.  ¿Crees que esa contestación es normal?  ¿Y bueno, crees que es normal que un bebé no pueda llevar manguitos cuando es por su seguridad? 

Bueno,  le quité los manguitos y ya no habia manera de que entrara en la piscina: lloraba como una loca,  como si la estuvieran matando y se agarraba a mí dejándome las uñas marcadas. Y como no era normal que mi pobre lo pasara mal en la piscina la saqué,  la puse un pañal normal y su toalla de la minnie ( o miniminie como dice ella) y la dejé en las toallas con mi tío, ya que él no queria bañarse aún. Así que aproveché ese momento para volver a la piscina a disfrutar un poquito,  ¡y bien poquito sería!
En cuanto Noa se dio cuenta de que me volví a la piscina,  vino corriendo y me decía: "subi,  subi" dando palmadas en el suelo para que la saliera de la piscina y lo que hicimos fue que ella se sentó en el borde y yo desde dentro le daba la mano y así las dos estábamos contentas: ella estaba con su mamá y yo estaba aún dentro de la piscina,  aunque no fuera nadando y además, estaba con ella.

Llega la hora de comer y todo genial, comimos un montón todos y nada más terminar nos fuimos a otro sitio donde había sombra.
Mi primo se fue a una piscina y quería que fuera con él para que no estuviera solo así que,  le acompañé y esta vez Noa no lloró porque se quedó algo relajada en la toalla como para dormirse. Hubo un momento que se fue con mi tía a tirar una cosa a la papelera y de lejos me vio y me salí con ella para estar juntitas en la toalla y para que también mis tíos si querían, pudieran darse un chapuzón. Y fue ahí, en ese momento, cuando algo raro empezaría a ocurrir.

De repente, Noa empezó a llorar agarrándose el pañal mientras decía: "chochete,  chochete". Lo que me estaba diciendo era que le dolía y le toqué el pañal por fuera y noté como se calentaba,  era porque estaba haciendo pis y le dolía. Lo primero que pensé fue que de la piscina podría haber cogido infección de orina y me asusté un poco pero me tranquilicé algo al pensar que podría ser porque lo tuviera un pelín escocido así que le cambié el pañal y le eché cremita. 
Luego nos tumbamos las dos juntas en la toalla hasta la hora de merendar, lo hicimos y cuando pasó un ratito intenté meter a Noa de nuevo en la piscina pero ocurrió lo mismo,  se puso a llorar como una loca así que la saqué y me quedé con ella en las toallas.  En uno de esos momentos,  viendo a mi hermana jugando en la piscina con mi primo me di cuenta de todo lo que había cambiado mi vida desde que Noa está en mi vida,  antes,  en esta situación podía pasarme el día entero en el agua pero ahora tenía que pasarlo en las toallas con mi niña.

Más tarde y casi a punto de irnos me metí en el agua de nuevo para jugar con mi primo y disfrutar un poquito de la piscina y lo hice, estuve como unos 20 minutos que aproveché al máximo (y tanto,  al día siguiente tenía agujetas).
A todo esto,  Noa no había hecho pis en toda la tarde y se tocaba bastantes veces el pañal y lloraba,  así que cuando llegamos a casa la bañé y le volví a echar crema para que se le calmara y nos fuimos a unas fiestas que hay en mi barrio, y viendo como estaba aquello no iba a volver más.
Cuando llegamos a casa intenté dormir a Noa y fue un poco difícil. Quería dormrise conmigo y como estaba mala no me importaba acunarla en mis brazos y luego llevarla a cuna pero no dejaba de retorcerse del dolor que la producía sacar unas gotitas de pis. Finalmente la pudo el sueño y se quedó dormida pero tenía una mala esperanza de esa noche,  porque Noa no controla el esfínter y por las noches hace mucho pis porque bebe mucha agua y pensé que se despertaría por el dolor,  pero no,  no se despertó.

Cuando se despertó a las 12 del diae siguiente, lo primero que hice fue tocarle el pañal y lo tenía seco,  complemente seco, desde las 9 de la noche del día anterior hasta las 12 de la mañana del día siguiente no había hecho pis así que se lo dije a mi tía y nos fuimos al hospital.

Una vez allí nos atendieron muy rápido porque sólo estaba ella y otro niño. Pasamos a la consulta para que la vieran y me dijeron que la exploración estaba bien pero que le harían una análisis de orina y para ello le pusieron una bolsita en sus partes para que cuando hiciera pis ésta se llenara y poder coger de ahí la muestra. A todo esto,  tuvimos (porque ayudé a sujetarla y a calmarla) que luchar con ella para poder ponérsela,  jamás la había visto llorar así de fuerte y con tanta rabia y eso que no le hacían daño.
Luego pasamos Noa,  mi tía y yo a la sala de observación hasta que hiciera pis y nos pusimos a jugar con los juguetes que había por ahí. Pasó media hora y volvieron para limpiarle su zona y ponerle otra bolsita y diez minutos antes de que tuvieran que quitárselo para sondarla porque nl hacía pis,  llegó una enfermera que la llevó a un grifo que había para que tocara el agua para ver si así lo hacía, pero nada imposible.
Le di agua para beber y la volví a llevar al grifo y de tocarlo y echarse ella agua por la cara lo hizo,  llenó la bolsita así que se la quitaron y se lo llevaron para analizarlo. Nos fuimos a la sala de espera y estuvimos viendo los dibujos hasta que nos llamaron y nos dijeron que todo estaba bien,  que le lavara con frecuencia y que bebiera mucha agua, que sólo tenía un poco irritado la zona de la uretra que no tenía infección.

Sentí un alivio enorme cuando me dijo eso y Noa además, ya estaba empezando a hacer pis mejor,  se seguía quejando pero ya no lloraba.  Y hoy igual,  esta mañana tenía el pañal empapado como siempre y ya no se queja siquiera a la hora de hacer pis,  así que todo genial ya

Aunque todo haya quedado en un susto,  menuda una primera experiencia de piscina este año,  madre mía..

Y bueno,  quería agradecerte enormemente por haberte preocupado ayer acerca de lo que le ocurría a Noa,  y perdona si no te contesté, estuve  bastante liada.
(obviamente esto va para aquellas personas que os habéis preocupado,  a las otras gracias por leernos)

Y espero que pases un buen día y que disfrutes de la piscina por nosotras.
Un beso!

Marina.

11/7/13

Ando fuera de lugar.

Querido tú:

Desde que ha empezado el verano hay algo dentro de mí que no me gusta,  que no va bien, me siento rara,  como diferente.

Con la llegada del verano y el hecho de ya no tener clases,  llega también el tiempo de salir a la calle,  llegar tarde a casa, ir a la piscina, quedar con amigos...  Vaya,  lo que viene siendo disfrutar del verano,  a pesar de que en un ratito del día tengamos que estudiar. Es tiempo de reír, soñar, ser joven,  sentirse como si tuvieras 22 años, decir eso de "forever young" y vivir amores y desamores, deshacer cualquier norma y olvidarte del mundo y ser tú, disfrutar.

Y mis amistades no iban a ser menos para disfrutar de su verano.

Obviamente han hecho planes desde que han acabado las clases, en ocasiones he podido quedar y en otras no,  como es normal en mí. En las ocasiones que no he quedado ha sido porque tenía otros planes,  no tenía dinero o simplemente no podía por Noa.
El no poder por el hecho de tener a Noa hace, está haciendo, que me sienta algo fuera de lugar,  sí, como si no pintara nada en ese grupo de amigos,  como si no estuviera hecha para ese tipo de amistades o de vida,  y no sienta nada bien. Para mí, es duro ver como la gente de mi edad se divierte, como hacen eso que yo también debería hacer,  y digo que es duro porque en ocasiones a mí también me gustaría poder hacerlo, volver a ser como ellos aunque sea por unas horas y luego regresar a mi vida normal. Me quedo mirando y pensando que esa chica que camina por ahí con sus amig@s podría ser yo, y sin embargo estoy ahí, pasándolo bien también pero con una condición enorme en mi vida.
Pero lo peor no es eso,  no es ver a la gente y pensar o querer estar ahí o poder ser ellos,  no. Lo peor llega cuando en tu interior te sientes rechazada hasta por tus propios amigos.

No quiero que nadie malinterprete lo que estoy diciendo, por favor. Mis amigos no me rechazan,  todo lo contrario, cuentan conmigo para todo pero indirectamente hacen que yo me sienta así, no es su culpa.

Hay planes que queremos hacer o que hablan de hacer que yo como madre no puedo, no por ser madre sino porque a ese plan tendría que unirse Noa y no siempre da lugar a que venga, como puede ser el ejemplo de ir a la piscina, tendría que quedarme siempre en la zona de los pequeños mientras que ellos están en la piscina donde jamás llegas a hacer pie o ir al parque de atracciones, si mi familia no pudiera hacerse cargo de Noa tampoco podría ir porque si nos quisieramos montar todos en una atracción yo no podría, tendría que quedarme esperando con mi bebé a que acabaran para irnos a otra y no es plan de pagar 30 euros para darme un paseo, son planes que en otra circunstancia sí podría hacer pero que con la vida que llevo no puedo hacer. Por ejemplo,  hablaré de uno reciente.
Hace unos días, por el cumpleaños de una amiga, decidimos de ir a jugar a los bolos porque si íbamos a un parque o algo nos íbamos a asar de calor. A mí me encanta jugar a los bolos a pesar de que no sea muy buena,  pero desde un principio esa idea no me pareció buena.  ¿Por qué? Imagínate la situación: yo y mis amigos jugando,  Noa en el carrito,  querría bajarse para coger las bolas y como no la voy a tener todo el rato en el carrito la bajo,  yo corriendo detrás de ella para que no se vaya a otras pistas o coja las bolas y se pueda hacer daño,  cuando me tocara tirar a mí, algún/a amig@ tendría que hacer lo que yo estaba haciendo por mí, por lo que,  molestaría a mis amigos y yo tampoco me sentiría a gusto.
Como verás, no es una situación muy buena como para decir: ¡me apunto! Así que me inventé la excusa de que ese día no tenía dinero para que así ni cambiaran el plan o se sintieran mal o lo que fuera. Y aunque parezca una tontería o pienses "pero cómo puedea sentirte rechazada por eso" , me sentí rechazada, y más que rechazada fuera de lugar, fue una situación más en la que me di cuenta de lo distinta que es mi vida con respecto a la suya.

Y aunque a lo mejor no tenga que ver con el tema,  esta es una de las razones por las que tampoco me atrevo a decirle a esa persona que me gusta lo que siento, porque sé que nl sería una novia normal y quizás con él pueda suponer un problema.

Y ahora que te he contado esto que me ocurre con mis amigos quizás pienses "¿y con quién quedas entonces?", bueno pues me quedo con mi familia.
Sí, cuando no quedo con mis amigos suelo quedarme con mis tíos y nos vamos junto con sus amigos e hijos a algún parque tanto para que ellos disfruten y nosotros podamos estar algo más relajados. Y tengo que decir que Noa, en esas ocasiones se lo pasa genial y esa es otra de las razones por las que a lo mejor me autorechazo de mi grupo de amigos,  por Noa, porque aunque cuando quedamos con mis amigos también se lo pasa bien,  no es igual que cuando nos vamos con mis tíos porque hay más niños,  está más a gusto,  más alegre,  es como que se divierte más y obviamente, yo no voy a llevar a mi hija a un sitio donde se pueda aburrir o no se lo pase bien,  porque aunque no te lo creas,  cuando a lo mejor estoy con mis amigos y tengo que sentarla en el carro para ir más rápido o porque no puedo con el carro y ella,  me siento mal,  sí, porque siento que estoy dejando que ella no sea ella para yo poder estar más "libre" porque te puedo asegurar que cuando estoy con mi familia el carrito lo llevo de adorno.

Son pequeños detalles,  y quizás algunos tontos,  que hacen que todo tenga sentido y que cosas lo pierdan, y algunos hacen sentirme mala madre y en otras ocasiones, estar fuera de lugar. Quizá otro o mismamente tú, lo veáis de otra forma, pero desde donde yo lo veo es así, y ojalá lo viera y sintiera con otros ojos y piel, para poder disfrutar del verano con mi bebé, mi familia y mis amigos,  como quisiera que fuera.

Y bueno, supongo que este sentimiento lo tendré siempre hasta que Noa crezca algo más y aún así, siempre estará ahí, será algo a lo que me tendré que acostumbrar,  una condición más de esa decisión que tomé en su día, esa decisión de ser madre.

Pd: lo digo por aquí porque muchos me lo habíais preguntado desde hace tiempo.  Me he hecho un ask , lo digo por aquellos que siempre me ponéis preguntas por aquí y que no siempre respondo, lo siento.

Un beso.

Marina.

5/7/13

La maternidad de la A a la Z: L de Luchar.

Querido tú:

Hoy he pensado hacer un tipo de entrada diferente gracias a mi interés en otras historias de madres y padres.
Hoy encontré un blog por casualidad revisando una red social, y al entrar al blog para leer y saber su historia,  su última entrada publicada captó toda mi atención: La maternidad de la A a la Z: C de Cáncer. No pude evitarlo y empecé a leer la entrada. La historia,  la experiencia contada hizo que se me saltaran las lágrimas, esa historia cruel pero con un final feliz me conmocionó, sinceramente, le dejé un cometario sin apenas saber qué decir. Pero lejos de leer esa entrada yde emocionarme por esa historia, mi principal interés llegó por el título de la entrada,  quería saber de qué iba la entrada,  el porqué de ese título y por qué escogió esa letra.

La maternidad de la A a la Z, es un "carnaval" bloguero iniciado por Trimadre a los 30 y que ahora muchas madres blogueras siguen. Consiste en escoger un a letra del abecedario asociada a un sentimiento o a una experiencia que te haya ocurrido y que ahora con la experiencia de la maternidad le hayas dado un nuevo significado o hayas descubierto un nuevo sentimiento desconocido o sin la importancia suficiente antes de ser madre.

Yo he escogido la letra L de LUCHAR, y su significado:

   luchar v. intr.

1. Enfrentarse o combatir usando la fuerza física o las armas. Los dos ejércitos empezaron a luchar en el campo de batalla.

2. Trabajar o esforzarse mucho una persona para vencer los obstáculos o para conseguir una cosa o un fin determinados. Mi abuelo ha luchado mucho en la vida para sacar a su familia adelante.

3. Batallar,  tratar de erradicar algo. Luchar contra los vicios.

4. Perseverar, esforzarse por conseguir algo. Luchemos contra la contaminación.

Yo me voy a quedar con las definiciones 2 y 3.
LUCHAR siempre ha sido una palabra que en mi familia ha estado a la orden del día, muchos miembros de mi familia han tenido que luchar contra enfermedades,  personas, vicios, etc. Pero no todos ellos me han afectado por igual,  sólo dos llegaron a hacerme daño realmente y quizá a cambiarme como persona.

Quizá, la primera lucha que sufrí conscientemente de todo fue la enfermedad de mi abuelo materno, mi abuelo favorito,  aquel que desde pequeña me había dado todo su amor y el cual se podía pasar el día entero contándome esta canción: Marina,  MarinaMarina contigo me quiero casar. Linda pescadora, tú, de ojos verdes. Ese abuelo especial que no cambiaríamos por nadie y que,  sin quererlo,  poco a poco se me estaba yendo.
Tenía yo unos once años cuando todo se acabó pero venía de años atrás esta consecuencia. A mi abuelo le detectaron Cirrosis,  lo que le afectaba brutalmente al hígado, y a esto había que sumarle los problemas de azúcar que sufría. Desde que se le detectaron, nos hacíamos más conscientes de su deterioro físico, ya no aguantaba lo mismo que antes,  se cansaba rápido, se ahogaba con frecuencia y tenía múltiples visitas al hospital de urgencias e incluso hospitalizaciones de semanas completas. A mí, en un principio,  me mantuvieron al margen de todo lo que ocurría pero me daba cuenta de la situación, veía a mi abuelo diferente, más decaído y desganado aunque siempre me regalaba su mejor sonrisa, sus mejores palabras,  su mejor yo,  luchaba en contra de todos sus males para poder seguir mostrandome ese cariño ocasional que la vida nos concedía.
Después de un largo período luchando contra su enfermedad,  se rindió, un 24 de diciembre,  se rindió. Recuerdo que esas fueron las Navidades más extrañas que jamás había vivido, me dijeron que se había ido pero no me ddejaron despedirme,  despedirme de mi confidente, de mi compañero de juegos,  de mi abuelo, de parte de mi corazón. Me llevaron a mi casa con mis hermanos y allí estuvimos hasta que mi madre regresara a casa para poder pasar una Navidad algo mejor.
Desde ese día ni Nochebuena ni las Navidades son lo que eran,  al menos,  no para los que somos conscientes de esa gran pérdida que sufren nuestras vidas.

La siguiente experiencia de lucha que sufrí en mi vida ocurría mientras la anterior historia también se producía. Pero esta historia no trata de una lucha con una gran victoria sino con otro fracaso y con una persona que cansada estaba de luchar.

Ella,  tenía una lucha constante en su cuerpo,  dentro de ella y con aspectos externos que la llevaron a ello.  Una adicción que la llevó a la derrota de una de las mayores luchas que en la vida uno se tiene que enfrentar. 
"El alcohol destroza familias" , es cierto, la mía fue destruida.
Esta historia podría contarla desde su lucha, desde esa lucha contra el alcohol y contra una persona que una máscara llevaba y que falsos te quieros pronunciaba, pero no la contaré desde esa perspectiva sino desde la mía, desde mi lucha contra su adicción, contra la soledad,  contra el enmascarado, contra mí misma.

Esta lucha tiene mucha historia detras, muchos años sufridos pero ninguno como los cuatro últimos antes de volver a tener una familia fe verdad. Todo era soledad,  alcohol, fantasías, discusiones, miedos,  ordenes a personitas pequeñas para evitar el desastre,  miedo a no saber qué hacer, a quién acudir y el qué y a quién creer.
Mi lucha comenzaba al llegar a casa a las 5:30 después del colegio.  Llegaba y era la misma historia de siempre: la personita persiguiendome por todas partes,  yo evitarla, chillarla para hacer los deberes o para poder estar sola,  un enmascarado que se encerraba en su habitación con las dos personitas y una depresiva y alcohólica persona en el salón que fumaba y veía la tele, y yo, una persona solitaria encerrada en la buhardilla para evitar la realidad que vivía.
Durante esos últimos cuatro años tuve que luchar contra fantasías irreales,  discusiones que me hacían temblar,  pensamientos oscuros que no se alejaban de la realidad,  noches sola con diez,  once y doce años en casa,  moratones que aparecían en su cuerpo casi por arte de magia y que yo sabía perfectamente de qué se trataba. Tuve que luchar  contra el sentimiento de sentirme como una inútil por no saber ayudarla,  pero eran doce años los que tenía y no sabía a quién tenía que acudir.
Mi lucha se convirtió en nada,  llegué a un punto en el que ya todo me daba igual,  me encontré sola y sola quería quedarme pero gracias (sin malinterpretar) a que ella se rindiera acabé con una familia que no me dejaría sola,  ni en los peores momentos. 

Quizás no te hayas enterado muy bien de la historia y puedas pensar en que no tiene ninguna relación con el hecho de que sea madre,  pero sí, lo tiene.
Yo te he contado mi lucha como hija,  a lo que me tuve qur enfrentar pero no te he contado la lucha que ella tuvo que librar y en la cual no debería de haberse rendido por nosotros,  por esas personitas y por mí, y ahora que soy madre puedo imaginarme por todo lo que tuvo que pasar pero no logro entender que no siguiera luchando por nosotros,  por sus hijos,  por las personas a las que das la vida y las que se convirten en tu vida.

El convetirme en madre me ha hecho verlo todo desde ese punto de vista. Ahora que sé lo que es amar incondicionalmente a una persona no entiendo ni comprendo como una madre puede rendirse de esa manera, como puede dejar que una adicción y un enmascarado destrozaran su vida y le quitaran lo mejor que tenía, sus hijos. Yo,  tal y como ha sido mi vida y a lo que me he tenido que enfrentar y a lo que personas se ha  tenido que enfrentar, pienso luchar hasta el final pase lo que pase por ella, por mi pequeña Noa,  para que no tenga que luchar en contra de esos sentimientos que yo sentí, contra esa soledad y contra ese sentimiento de decepción hacia mí, hacia su madre. Y hoy por hoy ya lo hago,  el 16 de noviembre del 2011 empezó mi lucha contra aquello que pueda hacerle daño,  mi esfuerzo continuo para darle lo mejor ahora como madre y en un futuro también como tal.

L de Luchar, de luchar por aquello que más quiero para que no sufra y para que pueda alcanzar la felicidad.

Y dime, ¿L de Luchar o R de Rendirse?

Y para terminar,  como sé que no soy la única persona que tiene que luchar en la vida,  quiero decirte que por muy dura que sea la batalla que se esté librando y por muy lejos que veas el final de la guerra,  merece la pena seguir luchando por lo que quieres o por quien quieres. Recuerda,  todo sacrificio tiene su recompensa.

Marina.

30/6/13

Verano agridulce.

Querido tú:
Hoy comienza un verano que va a cambiar vidas,  la mía, la de Noa,  la de una tercera persona.  Hoy es el principio de preocupaciones, de algún que otro llanto, de alegrías, de "te echo de menos", de alguna cama vacía por mucho tiempo.
Hoy empieza el verano que marcará todos los demás, todos los que quedan por venir.
Hace tiempo,  no sé si te acordarás,  tuve que cerrar el blog un par de veces por un motivo que no conté. Ese motivo fue que estaba con trámites judiciales porque X me denunció y tuve que ir a juicio para que la situación de Noa se regulara,  tanto conmigo como con X.
A partir de ese juicio se estableció un régimen de visitas que hasta día de hoy se sigue cumpliendo y se cumplirá. Bueno, ese régimen también se aplica a las vacaciones pero de una manera diferente..
Este verano será algo diferente, algo extraño y algo duro pero menos que los que vendrán en unos años. Empezará julio y será el mes que disfrutaré al máximo con Noa.  Tendrá sus momentos buenos: iremos a la piscina, haremos picnics en familia e incluso nos iremos de vacaciones. Será un mes entero para poder disfrutar con mi bebé del verano, del ser libre.
Intentaré llevar a cabo cosas que tengo pensadas como por ejemplo quitarle a Noa el chupete o que sólo lo use para dormir,  también avanzar con las palabras, enseñarla más canciones y si se deja, enseñarla los números del 1 al 10 porque hoy me ha sorprendido. 
La estaba calentando la comida y me he puesto a contar cinco segundos para sacarle la comida del microondas y de repente,  termino de decir el cinco y dice ella: SEIS, pero super claro. Continuo diciéndole siete, ocho,  y me dijo ella: NUEVE,  DIEZ.  Claro,  imagínate la cara de estúpida que se me quedó. Pensaba que había podido ser incluso de mi cabeza que lo haya querido escuchar, pero se lo volví a hacer todo y me dijo loa números tres,  seis,  nueve y diez. Fue algo impactante en serio jaja.
También será el mes en el cual nos iremos una semana de vacaciones a Málaga y espero que este año Noa disfrute más de la playa que el anterior,  porque aunque se lo pasó bien,  era pequeñita y ni jugaba con la arena o con los cubos y palas,  pero este año espero que sí lo haga y que aparte disftute del agua.  Va a estar super graciosa ella con sus manguitos, aunque esto ya te lo contaré cuando volvamos.
Pero lejos de los planes,  vacaciones en la playa, picnics y piscina, también tendrá su parte mala, claro está. Yo,  por ejemplo,  tendré que estudiar durante las siestas para poder sacarme luego en septiembre esas asignaturas que no he aprobado,  que aunque solo son dos las que recuperaré, joden bastante.
Pero a pesar de qur esté esa parte mala,  será, por lo general un mes perfecto. ¿Qué mejor que estar las 24 horas del día con ella?
Pero esta misma situación no se dará en agosto..
Agosto será un mes de cambios,  de "te echo de menos" y de vistazos al reloj cada dos por tres.
Como he explicado antes,  se estableciendo unas "normas" respecto a las vacaciones y cómo se deben regir. Noa, este año,  tendrá que pasar todo el mes,  al igual que conmigo en julio,  con X pero estará de vuelta a una hora específica todos los días.
Sé que tampoco es tan malo como yo creo que va a ser porque luego por las noches voy a tener a mi niña conmigo,  pero no es igual hacer esto dos días,  tres,  que un mes entero.. Que podría tomármelo como unos días de relax o de decir: disfruto de mi adolescencia de tal hora a tal hora, pero no puedo,  sé que a lo mejor los primeros días me sentará bien por eso mismo,  en plan relax, pero cuando pase una semana, y otra, y tampoco pueda hacer muchas cosas porque a cierta hora tengo que recogerla, empezaré a echarla mucho de menos y será lo único que ocupe mi cabeza,  lo estoy viendo,  y espero que eso tampoco me perjudique a la hora de estudiar.. Pero el verdadero problema no viene este año,  sino vendrá cuando Noa no regrese a casa a pasar la noche y ese mes lo pase entero fuera de casa..
Este verano será un verano agridulce, habrá momentos de mucha felicidad y otros de no tanta,  por mi parte. Será el principio de mis ganas a que no llegue el verano,  a que no se vaya,  a echarla de menos,  pero es algo que sé que tiene que ocurrir y que incluso es bueno para ella.
Este verano será como un entrenamiento para todos los que quedan por venir..  Lo que sí espero es llevarlo bien, que ella lo lleve bien,  porque lejos de cómo yo me pueda sentir lo importante es que ella esté bien y sé que no lleva unas semanas muy bien con las visitas y me da miedo que lo pueda pasar mal,  pero por suerte y por desgracia,  depende de quién lo mire claro, pasa la noche en casa y para ella no será tanto cambio, no será algo muy radical.
Lo único que espero que sea más dulce que agrio este verano,  y que todas las malas expectativas se queden en pensamientos y no se conviertan en hechos.
Y lo que también espero es qur tú pases un gran verano,  lleno de diversión, amistades, amores,  locuras...  Vamos,  que disfrutes del verano jaja.
Pasa un buen día y ¡feliz verano!
Marina.

25/6/13

Dosis de irresponsabilidad.

Querido tú:

"Pienso olvidarme de todo,  dar vergüenza, bailar como si lo hiciera bien,  reír hasta quedarme afónico y ver el amanecer. Y cuando amanezca terminará mi dosis de irresponsabilidad por bastante tiempo." -Yo.

Llegado el verano,  el calor, las vacaciones, los tardíos anocheceres y el tiempo libre,  nos entran ganas de pasar al menos un día de descontrol para poder olvidar y echar atrás todo un curso entero estudiando, haciendo deberes,  madrugando y esas jodidas semanas de evaluaciones en las que te quedas incomunicado en casa.

Y como a todas las personas,  yo no iba a ser una excepción en desear esto.

Llevábamos unas semanas preparando mi grupo de amigos y yo una cena de fin de curso,  antes de las notas, para -como he dicho antes- liberar la tensión acumulada en esta última evaluación.
Cenaríamos en un restaurante y luego pasaríamos la noche por ahí hasta el amanecer.  Yo,  por mi condición de madre,  en un principio no veía que esta idea fuera a salir muy bien, sobretodo la parte de pasar toda la noche fuera de casa,  ya que tengo que cuidar de Noa como madre suya que soy.  Así que,  para evitar que desde un principio pudieran decirme que no,  esperé hasta las últimas dos semanas para contárselo.

Me llevé una sorpresa porque lo primero que me dijeron fue que me dejaban ir, que no había ningún problema, que ellos se quedaban con Noa,  que disfrutara pero el tema de la hora de vuelta no salió, y menos mal pensaba yo.
Quedaba una semana y las chicas empezamos a hablar sobre que nos íbamos a poner aquella noche y pensamos que como iba a ser así una cena de grupo de final de curso teníamos que llevar vestido, pero no uno elegante no no,  si no uno informal a la par que bonito,  nada de esos vestidos chonis que se ven por ahí.

A medida que se acercaba el día yo estaba más nerviosa, no por el hecho de salir o de cómo fuera a salir la noche si no por dejar a Noa.
Llevaba una semana muy mala Noa, quería estar todo el rato pegada a mí y estaba algo decaída y no quería dejarla. No quería irme y saber que mi bebé me iba a echar de menos o que lo iba a pasar mal porque me fuera o no estuviera con ella, y también me daba cosa que pasara una mala noche por lo mismo, porque yo no volvería pronto.

Llegó el día y la hora de buscar a Noa en la guardería. Como ya sabía el tiempo que tenía y todo lo que tenía que hacer y cómo es Noa,  nada más llegar a casa empecé a arreglarme mientras que Noa estaba conmigo en el baño dibujando. Incluso de vez e  cuando me pedía que la hiciera dibujos como una flor,  un caracol o un globo,  pero tampoco podía entretenerme mucho y eso no me gustaba. Sentía una sensación de "rechazo" hacia ella por tener que arreglarme,  no me gustaba esa sensación..

La hora de irme y diez minutos antes Noa se había ido con mis tíos a una fiesta de agua que había en un colegio para que así, cuando yo no fuera,  ella no llorara.
Cuando Noa se iba se acercó a mí y me cogía de la mano para que yo también me fuera con ella pero le dije que hoy no podía, que se iba con la tata y me miró con una  cara de desconcierto porque me veía vestida pero lo aceptó feliz.

A partir de este momento dejaría, una parte de mí, de ser madre para ser sólo una adolescente más.

Poco más tarde vinieron a buscarme y fuimos a donde todos habíamos quedado.  Todos iban guapísimos, así como pijeras,  muy graciosos jaja.  Pero es que era así como habíamos dicho de ir.
Nos reunimos todos y fuimos a comprar la bebida para después de cenar.
Terminamos de cenar y nos fuimos a un parque donde habíamos hecho esto las últimas veces.  No había gente así que íbamos a poder estar agusto, sin molestar a nadie y sin que nadie nos molestara.
Empezamos a beber y como siempre me pasa,  me subió muy rapido por lo que estaba dejando de ser yo para ser mi otro yo,  un yo que sale de muy vez en cuando.

Seguí bebiendo hasta que ya noté que no podía más,  hasta que noté que debía ser el último. Empecé a cambiar,  dejé atrás todas las preocupaciones,  todos los problemas, todos esas noches estudiando, todos esos amores que me hicieron daño y empecé a ser feliz,  era una felicidad artificial, pero felicidad que tampoco duraría mucho.
De repente,  me vino a la mente situaciones que habían pasado hacía unos días con mi amor platónico, esa persona que sé que no va a ser mía por ciertas razones,  y la primera de ellas es nuestra amistad. Pues eso,  me vinieron situaciones anña mente y vi a mi amor platónico con otras personas e incluso llegue a pensar que me evitaba cuando no era así, pero en esas circunstancias todo era lo que no parecía.
Poco después desapareció ese bajón y volvieron las ganas de fiesta,  de bailar como si lo hiciera bien,  de olvidarme de todo y disfrutar del momento.

La noche en general fue de lo más rara a la vez que increíble, pocas veces que hemos hecho esto había salido tan bien. Tuvimos momentos que no se olvidarían,  otros en los que dimos vergüenza ajena,  en otros parecía que la situación desprendía mucho amor, en otros reímos hasta llorar. También tuvimos momentos húmedos (no pienses mal) porque nos mojamos con los aspersores, tuvimos incluso algunos,  un momento de espionaje que queríamos que terminara en susto pero fue imposible, nos descubrieron.
Fue una noche que de verdad no cambiaría, fue perfecta tal y como fue,  con mi bajón y todas las risas,  con las caídas en el césped, con la subida y bajada de escaleras,  con nuestras carreras y calentamientos,  con nuestros "bailes" , en resumen, fue perfecta con todas y cada una de nuestras gilipolleces.

Pero llegando al final ya no sería tan perfecta.
Ocurrió una cosa qur haría que todos nos preocupáramos y algunos tuvieran que pensar un "plan". También el frío y el cansancio nos tocaban y empezaban a doler piernas y pies,  y el efecto de alcohol ya había pasado hacía tiempo,  así que decidimos volver a casa, ya que yo tenía que estar en casa sobre las 5:30 am. De camino a casa empecé a pensar en todo lo que había sucedido esa noche y en que cuando llegara a casa dejaría atrás a esa Marina y sería la Marina responsable y maternal, esa que tiene diecisiete años,  una hija y una preocupación muy grande por las notas que me darían el jueves. En ese momento, fue también cuando me empecé a sentir mal de nuevo por el hecho de haber dejado a mi Noa por irme de "fiesta" una noche,  sé que esto no lo hago a menudo,  la última vez fue hacía un año, pero me sentía mal..  Aunque como se suele decir: "una vez al año no hace daño".

Llegué a mi casa después de despedirme de todos en mi portal y nada más subir tuve que olvidarme de mi yo que había sido aquella noche para tomar el control de mis responsabilidades de nuevo, Noa estaba despierta.
Me quite las manoletinas y el vestido y me puse el pijama, cogí a Noa para que se quedara dormida porque quería que le abrazara. Nos tumbamos en mi cama y antes de quedarme dormida me paré a pensar en toda esa noche,  en lo que había pasado y en lo que podría haber pasado y en lo que estaba haciendo ahora,  estaba con mi bebé abrazándola como ella quería, viéndola como se queda dormida en mis brazos, como me agarraba la camiseta y viendo que con cada beso que la daba soltaba una pequeña sonrisa que me inundaba el corazón.

En ese momento me di cuenta de que prefiero estar así que irme por ahí una noche, que ya me lo decía antes mi mente pero no le hacía caso.
De todas formas,  con esto no quiero decir que no lo vaya a volver a hacer,  no quiero mentir,  sólo digo que esta dosis de irresponsabilidad me va a servir por mucho tiempo,  quien sabe si hasta el año que viene, pero pasar una noche entera sin ella ea difícil cuando eres consciente de ello.

Espero que pases un  buen día.

Marina.