Hay que barrer un poco más.

Querido tú:

Desde que Mario está en casa con nosotros, hay algo que ha cambiado en dos de las siete personas que somos en casa.

Como es normal, un bebé necesita muchos cuidados y mucha atención, y aunque sea la madre del bebé quien lo cuida, siempre hay algún momento en el que otras personas muestran su amor hacía el bebé, y eso nos ocurre a nosotros también, y puede provocar celos en niños más pequeños que no entienden esto.
Así que como también es normal, mi primo y mi hija tienen celos del nuevo bebé.

Mi primo, de vez en cuando aunque se intentaba evitar mucho, ya tenía un poco de pelusa por Noa, porque al ser más pequeña, al estar empezando a hacer cosas, está más graciosa que antes pues nuestra atención a lo mejor se centraba un poco más en ella por lo mismo, porque hay que estar pendiente de que no se caiga, de que cuando se levante no se tropiece y acabe en el suelo o de que no coja las cosas del suelo y se las meta en la boca, y de ser así, de quitárselas, por lo que en algunas ocasiones, no se podía prestar tanta atención a mi primo, pero ya digo, esto ocurría pocas veces porque siempre se intentaba que al prestar esa atención a Noa, él, si quería estar ahí, se le prestase atención a él también y que interviniera. Pero ahora, con un nuevo bebé, son cuidados diferentes, no es lo mismo un bebé de una semana a uno de 11 meses, son cuidados distintos y a la vez iguales, porque ambos comen, cagan y duermen, pero entre medias de eso, hay uno que hace más cosas que el otro.

Mario, se pasa el día con mi tía, ya sea comiendo, en brazos por que llore o porque haya que cambiarle, pero mi tía está centrando casi toda su atención en él, y como su parto ha tenido que ser con cesárea no puede prestarle la atención que prestaba, a la hora de jugar, tanto a su hijo mayor como a la mía, y eso les produce un poco de celos a los dos.
Mi primo David intenta estar lo más cerca de su madre posible, intenta destacar y hacernos ver que el por ser mayor saber hacer esas cosas que ninguno de los dos bebés saben hacer, como por ejemplo la letra por la que van en el colegio o lo que están aprendiendo, está más cariñoso con todo el mundo y de vez en cuando, respecto a Noa, suelta frases como " Que morro tiene la Noa que a ella la dices cariño y a mí no " (eso me lo ha dicho a mí) Y me paso el día diciéndole cielo, cariño o amor, para que esos pensamientos se le vayan.
Noa, los celos que tiene como es lógico, son del bebé. Ella tiene un apego muy fuerte con mi tía y la quiere muchísimo y el hecho de que el bebé haya llegado y capte casi toda su atención, no la gusta. El primer día que estuvieron en casa, por la noche, Noa algunas veces se sienta con mi tía mientras que cenamos y ella también cena ( mi tía ), y esa noche no pudo ser porque le estaba dando de comer al bebé, ¿ qué hacía Noa ? Pues no dejaba de mirarles y hacía que lloraba para que mi tía, como sabe que siempre la coge, la cogiera pero era imposible así que la cogí yo pero se me retorcía en los brazos porque no era conmigo con quien quería estar, sino con ella y como ya había cenado Noa y ya era casi la hora suya de irse a dormir, me la llevé a la cama para que no viera eso, no lo pasara mal y descansase ya de paso.
Pero cada vez que mi tía está con el bebé, Noa la mira de una forma extraña como diciendo " ¿ y yo qué ? ",  pero se pone nerviosa porque quiere tocar al bebé y me hace mucha gracia, porque lo toca con un dedo como para no hacerle daño, es super graciosa jajaj

Sinceramente, yo sabía que los bebés perciben todos los sentimientos y estas situaciones mucho más que una persona adulta, pero no pensaba que siendo tan pequeños, pudieran llegar a tener " celos " o algo parecido.
Tendremos que barrer un poco más las pelusas que hay por la casa y a ver si así, ninguno de los dos siente celos del otro.

Espero que pases buena noche.
Un beso.


Teen Mom.