28/8/13

La Maternidad de la A a la Z: T de trasnochar.

Querido tú:

Hoy voy a hablarte acerca de uno de los cambios que se sufre al ser madre,  a mi edad o a cualquiera,  pero como siempre te hablaré en primera persona.

Trasnochar.

  1. Intr. Pasar uno la noche,  o gran parte de ella, sin dormir.

Como bien dice esa definición, trasnochar es pasar toda o gran parte de la noche sin dormir, y yo eso desde hace 21 meses, lo suelo practicar a menudo.

Yo siempre he sido una chica que adora dormir,  si podía dormía fuera la hora que fuera y tantas horas pudiera. Dormir era como una especie de droga ya que, además de descansar, soñaba y mis sueños siempre han sido algo extraños pero siempre que me despertaba me daba la risa por pensar en aquello que había pensado.  Muchas veces pensaba que estaba loca (esque en serio,  mis sueños no son normales).
Con el paso de los años dormía cada vez más, me hacía "mayor" y me daba cuenta que el dormir era uno de los grandes placeres de la vida y como mi vida muy fácil no ha sido, era también una vía de escape, lo que para mí el dormir era algo perfecto.
Pero hubo una temporada que cambié mi horario de dormir, también era normal, era verano, existía el messenger y siempre había algún chico que te hacía tilín y no te importaba quedarte hasta las 4 de la mañana hablando con él porque te gustaba,  ya habría tiempo de dormir. Y así era.

Recuerdo un día que me pasé toda la noche hablando con ese chico especial que tenía y a la mañana siguiente me iba a ir a la piscina con mi familia, iba a estar muerta. Y sí, cuando me tuve que levantar pronto para arreglar las cosas y eso estaba fatal,  pero sólo al principio. Una cosa que siempre me ha pasado es que cuando tengo sueño me vuelvo hiperactiva por unas horas hasta que me da el bajón y no soy capaz ni de abrir los ojos (mis compañeros de clase que se sentaban conmigo dan fe de ello jajaj,  que pesada era). Así que cuando llegué a la piscina estaba bien.
Llegó el momento de irnos a casa y todo genial pero fue entrar por la puerta de casa y caer redonda en el sofá. Dormí desde las 8 de la tarde hasta las 3 del mediodía del día siguiente. 19 horas seguidas durmiendo, mi familia de vez en cuando se acercaba para ver si respiraba, les asombraba que durmiera tanto y llegó un momento en el que me despertaron para comer. Me jodieron la vida con lo a gusto que yo estaba pero les entiendo, yo hubiera hecho lo mismo con Noa.

Este tipo de cosas eran como algo "normal" en mi día a día como persona, las horas mínimas de dormir eran 12 horas y si me dejaban podía dormir más, ya y he contado, hasta 19 horas durmiendo (digamos que es mi récord).
Pero este tipo de cosas, con el embarazo empezarían a cambiar.

En mi caso, a mediados del embarazo empecé a tener otra rutina,  otras horas de sueño. Era como si no necesitase más de 8 horas de sueño ya que con eso me sentía bien.
A lo mejor me acostaba a las 12 o la 1 de la mañana y me levantaba a las 10, quizás 11 como muy tarde pero ya no hacía falta que nadie me despertara.  A finales del embarazo, mi rutina de sueño cambió aún más. En un principio había ido al instituto hasta finales de octubre lo que había hecho que cogiera la rutina de levantarme temprano pero a primeros de noviembre, antes de salir de cuentas y dar a luz volví a mi rutina de adolescente normal,  antes de estar embarazada pero duraría poco.

Llegó mi felicidad y con ello el tener que trasnochar.

La segunda noche de hospital y primera noche que pasaba con Noa, la pasé entera despierta escuchando llorar a mi bebé todo el rato. Tenía hambre pero le dolía la tripa,  nl soltaba bien los gases y se cagaba cada dos por tres,  estaba muerta de sueño pero estaba tan nerviosa que no era capaz de dormirse.  Intenté todo,  masajes para cólicos, el piel con piel, incluso una enfermera me enseñó otras maneras de sacarle los gases pero no había forma.  Hasta las 9 de la mañana desde las 12 de la nochr que se fue la última visita llorando, y prácticamente estaba sola, ya que era yo desde las 3 am o así, quien se ocupó de Noa todo el rato.
Cuando finalmente consigo que se duerma y pienso "bueno, dormiré un poco yo también", llega la primera visita y era mi madre.  Quería hablar con ella,  desahogarme de aquella primera e intensa noche como madre que había pasado.

Y esa sería la primera de muchas...

La verdad es que Noa siempre ha sido una niña muy dormilona desde el segundo día (el primero fue horrible) pero como bebé recién nacido y bebé que era y es,  tenía que despertarse en mitad de la noche para comer y a veces lo hacía hasta dos veces. Esto hizo que mi rutina de sueño cambiara: dormía unas horas, le daba de comer a Noa, volvía a dormir y a las 10 tenía que estar en pie para darle una vuelta a Noa, ya que era invierno y tenía que darla el Sol sin que hiciera un frío exagerado por eso de la bilirrubina al nacer.
A medida que pasaban los días me encontraba más cansada y el tener que despertarme y estar una hora y hasta dos horas despierta a las 4 de la mañana era horrible. Las primeras veces aguantaba bien pero al mes, mes y medio terminé por meter a Noa en mi cama, tumbarnos de lado, engancharla a la teta para que comiese, abrazarla obviamente para que no se cayera y volver a dormir. Mientras que ella comía yo descansaba ya que nunca llegaba a dormirme por si se ahogaba o algo pero ya no tenía ese cansancio o sensación de "no puedo mantener los ojos abiertos". Cuando acababa me guardaba mi pecho y dormíamos juntas y esto fue otro descubrimiento. Cuando ella y yo dormíamos juntas,  era capaz de aguantar hasta 8 horas seguidas durmiendo sin comer, todo un lujo.

Se hacía mayor y el motivo del trasnochar era otro.

Noa se ponía mala con frecuencia así que esto me llevaba a despertarme en mitad de la noche porque su respiración era diferente o porque se ahogaba con los mocos o simplemente porque tosía. Digamos que una madre cuando se trata de su hijo tiene siempre la mente en alerta por ese tipo de situaciones, el instinto materno se llama. Es cierto que alguna vez también me despertaba porque ella misma se despertaba y no quería dormir más, como me pasaría más adelante y sería un "infierno", por decirlo de alguna manera.

Empecé bachillerato y Noa la guardería, nueva rutina, otro horario de descanso.
Entre semana se me hacía duro, como ya leíste en la entrada de mi día a día con Noa y mi horario (entrada: Necesito más horas). Me acostaba muy tarde por tener que estudiar porque no tenía otro momento y luego me tenía que levantar muy temprano para llevar a Noa a la guarde y yo ir a clase. Pero eso no se quedaba en eso, los fines de semana Noa me hacía levantarme como muy tarde a las 8:30 de la mañana por su nueva rutina,  por su nuevo horario.
A mí se me hacía muy difícil porque apenas descansaba y tener que estar en pie a esas horas de la mañana un sábado era de broma pero era uno de los cambios a los que me iba a enfrentar por ser madre. Y sí, me encantaba y encanta que me despierte con un "mamá" y me regale su mejor sonrisa porque me despierto y la cojo,  pero también me encanta dormir o me encantaría poder dormir aunque fuera la mitad de lo que dormía antes.

Al fin al cabo tampoco soy tan diferente de un adolescente normal. Esa persona trasnocha y yo también, se despierta con resaca y yo como si la tuviera por no dormir, le llega a doler la cabeza de todo el ruido de la noche anterior y a mí también, de escuchar a un bebé llorar toda la noche,  esa persona lo aguanta porque quiere y yo también.
Obviamente esta comparación va algo en broma,  no soy igual que tú aunque los dos trasnochemos,  ahí he puesto las diferencias pero también puedo decir, y es mi opinión y experiencia propia, que prefiero mil veces trasnochar con ella a trasnochar por una simple borrachera en una fiesta.

Y sí, es un cambio muy importante en mi vida o yo lo veo así. Pasé de dormir 12 horas mínimo a 5 seguidas si he tenido suerte.
Es uno de los muchos cambios que sufre tu vida cuando dejas de ser "libre" (por decirlo de algún modo) a pasas a tener una responsabilidad tan grande como es el tener un hijo, es algo que sabes desde un principio y que por esa personita que te saluda desde dentro y que llora por estar contigo fuera, no te importa llevarlo a cabo,  el trasnochar por hacer feliz a parte de ti.



PD: Y esta entrada también me sirve para explicar y dar argumentos de por qué un día durmiendo es un día "perfecto" para mí y ya lo dije: cuando careces de una cosa (en este caso de dormir o descansar las horas necesarias o suficientes), tenerlo al menos un poco de ello es un lujo,  algo perfecto. Es como una frase que una vez leí: "no apreciamos el silencio hasta que eres madre/padre" y lleva muchísima razón (aunque también ocurre cuando tienes hermanos pequeños por ejemplo o algún niño a tu alrededor).

Pasa un buen día y espero que te haya gustado la entrada.
¡Besos!

Marina.

7 comentarios:

  1. esque por mas que intento pensar en todo lo que tienes que hacer es imposible imaginarmelo del todo! eres grande no lo olvides :D

    ResponderEliminar
  2. El nuevo diseño del blog es precioso y la parte de arriba me gusta, como lo hiciste??

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me alegro de que te guste. Lo hice con el programa Picmonkey, primero en la sección de collages y luego en el editor de fotos. (:

      Eliminar
  3. t has quitado el ask? xk ?:(

    ResponderEliminar