10/1/15

Mi tercer cumpleaños.


Es increíble lo rápido que pasa tiempo y todo lo que ello supone. Nunca había sido realmente consciente de esto hasta que empecé a ser madre. Sí, sabes que pasan los días, los meses, los años pero yo al menos, siempre me sentía igual el día anterior y posterior a un cumpleaños, y al pensar en el año anterior no veía una gran diferencia. Cuando empezaba un nuevo curso en el colegio nunca me sentía un año mayor, seguía viendo el mundo de la misma forma: los profesores, mis amigos, a mí... Sin embargo, como ya he dicho, desde que soy madre veo al tiempo de una forma diferente. Soy mucho más consciente de que no corre, vuela y que nada es para siempre. 
Ya son tres años los que han pasado desde que Noa salió de mí para entrar en mi mundo, para cambiarme por completo la vida que estaba llevando. Ya han pasado tres años y de verdad, aún recuerdo cómo le temblaba el labio al llorar cuando la separaron unos segundos de mí al nacer, cómo intentó abrir los ojos al volver a mí y el cómo eso calmó su llanto... 
En estos tres años he podido ver cómo una persona pasa de apenas saber dónde está a decirte ¿me haces dos trenzas. mamita? Y tengo que decir que es fascinante...
Si te paras a pensar un momento, los tres años son uno de los cumpleaños más importantes de nuestra vida ya que dejamos de ser realmente bebés para empezar preescolar. Sabemos hablar prácticamente o al menos sabemos lo que queremos decir, tenemos cierta conciencia de lo que se puede hacer y no, aunque no sepamos el porqué. Empezamos a ser más sociables, llegan nuestros primeros mejores amigos y amigas, nuestros primeros amores, algunos espontáneos y otros porque nuestros padres nos dicen que nos demos un beso porque es muy bonito para ellos. Se podría decir que son los dieciocho de un bebé (si le echamos un poco de imaginación). Y siendo éstos los dieciocho de un bebé, ¿cómo no celebrarlos?


Yo, la verdad, es que no soy muy partidaria de celebrar cumpleaños por todo lo alto al ser tan pequeños porque si tú a un niño de tres años le dices hoy es tu cumpleaños, el niño tan feliz se lo cree, y si dentro de tres días le dices lo mismo, también se lo cree. Pero he de decir que esto que pensaba, mi hija me demostraría que de cierta forma no es así. Bueno, como siempre el primer cumpleaños que íbamos a celebrar con ella sería aquel con la familia (mi familia). No fue nada del otro mundo mas que un detalle para reunir a la familia, que ella pasara su tercer cumpleaños con su familia y lo recordara de alguna forma. Ella se lo pasó bien jugando con mis primos y su tío y sobre todo por la cantidad de globos y las "chuches" que había. Después llegó el momento de la tarta y con ello empezó esa primera cara de dónde me meto que dura y dura mucho tiempo. Sopló las velas unas quinientas veces y después llegaron los regalos: la parte más divertida de los cumpleaños. 
Al tener a mamá y papá separados, tuvo un segundo cumpleaños con la familia de su padre.
Y después de tener dos cumpleaños, mi familia me convenció para celebrar un último cumpleaños con sus amigos. Aquí es donde apareció mi pensamiento acerca de celebrar un cumpleaños a tan corta edad pero aún así decidí celebrarlo y lo hicimos en un parque de bolas. Muy muy mala elección ya que a mi hija no le va eso de meterse en una piscina llena de bolas, pero aún así ella se lo pasó bien, y sus amigos también. Eso sí, ella estaba todo el rato deseando que llegara el momento de darle los regalos. Podría decir que se pasó la mitad  del cumpleaños preguntándome cuándo iba a abrir los regalos jaja.

Esta última celebración la hicimos un mes más tarde de su cumpleaños por motivos varios, y a tres o cuatro días de que llegara, le dije a Noa que en ese tiempo íbamos a celebrar su cumpleaños en un parque de bolas. Ella me miró con cara de desconcierto y me dijo: ¡pero si mi cumpleaños ya fue! Y sí, fue ahí cuando tuve que cambiar lo que pensaba acerca de los cumpleaños. Ella sabía que su cumpleaños ya se había celebrado no una, sino dos veces. Sin buscarlo, acaba de ver en ella otro cambio que en cualquier otro cumpleaños anterior jamás hubiera visto. 
El tiempo no corre, vuela y no siempre somos conscientes de ellos. Yo este año cumplo los veinte y de verdad, parece que el periodo desde los dieciséis hasta los diecinueve que tengo, se han ido en un segundo...



Y para terminar quería avisar de que probablemente entre entrada y entrada pase tiempo. Esto tampoco significa que me vaya a tirar un mes entre ellas pero no sé si seré capaz de actualizar esto cada semana. Intentaré hacerlo pero no puedo prometer nada. Pongo el avisar subrayado porque luego hay malentendidos de si te dejo de lado sin decirte nada. La última vez escribí una entrada para decir que me iba ausentar un tiempo por ciertos motivos, esta vez lo dejo aquí escrito. 
Espero que la vuelta a clase no haya sido muy dolorosa y que te vaya todo genial.
Un beso.


5 comentarios:

  1. FELICIDADES A NOAA! AUNQE FUERA EN NOVIEMBRE JEJE

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  2. Tienes lectores que te siguen y entienden tus dificultades.
    Me alegro de que hayas escrito esta entrada.
    ¿Podrías hacer una sobre tu "vuelta al cole" o sobre cómo habéis pasado la Navidad?
    Un besazo enorme.

    Por cierto, ¿sigues teniendo contacto con Raquel, la chica de Valencia? (creo que era así).

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    1. Sí, claro. La haré en cuanto pueda jaja.
      Pues hace poquito hablamos pero desde este verano que pasé unos días con ella no habíamos vuelto a hablar.
      Un beso (:

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  3. Y pensar que la ultima vez que entre al blog fue en la introducción...
    Muchas felicidades por tu niña, y completamente cierto lo del tiempo.

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    1. Ya... Ha pasado mucho tiempo desde aquella entrada, mucho y muy rápido.
      Muchas gracias. (:

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