12/10/14

¡Voy al Cole de los Mayores!



Sé que he tardado un poquito (bastante) en actualizar el blog esta vez. Se puede decir que he estado bastante ocupada con todo lo que me rodea últimamente. Pero por fin saco un hueco y me pongo a contarte cómo le ha ido a Noa en el colegio.

Estamos ya en Octubre y hace un mes que Noa empezó las clases. La verdad es que estaba probablemente yo más nerviosa que ella porque, al fin y al cabo, ella no sabía dónde se estaba metiendo.
Los últimos días antes de que llegara el momento de empezar las clases estuve repitiéndola varias vece al día que en unos días iba a ir al cole de mayores. Según le apetecía me respondía con un síii o me respondía con un noo , mirándome con cara de tú eres tonta o qué te pasa. Todo muy serio. Y como madre tonta que soy (sé que lo repito mucho, es por si no queda claro) mi mayor miedo del primer día era que pudiera llorar o que se quedase mal a la hora de entrar a clase, y con la "mamitis" que tenía últimamente, mi miedo era aún mayor ya que no la veía capaz de separarse sin llorar al entrar a un sitio nuevo, por así decirlo.



Llegó el día y al entrar en 3 años, los niños empiezan con un periodo de adaptación el cual por ejemplo, el primer día sólo tienen que permanecer allí una hora, el segundo, hora y media junto con el tercero y cuarto, y la siguiente semana que fue cuando empezó el colegio un lunes, entró ya con el horario normal. Pero antes de todo esto se encuentra el momento de levantarse para ir a clase, desayunar, vestirse y tener cuidado con no llegar tarde. Noa la verdad que estaba ilusionada por ir de la misma manera que no le hizo ni pizca de gracia tener que madrugar, es decir, estaba nerviosa por ir al cole de los mayores (eso es algo muy importante). Cuando ya acabamos todo y justo antes de irnos, como mami tonta le hice un par de fotitos del primer día de clase y nos fuimos. Cuando llegamos allí esperamos primero a que abrieran la puerta de clase y después empezó una eterna ronda de besos para aguantar esa hora de lo que mamá creía que iba a ser un sufrimiento para su bebé. Así que después de un millón de besos a mami tocó entrar, y eso ya no era tan guay como la idea de ir al cole de mayores.
Quería pero no quería entrar. Se acercaba a la puerta pero cuando estaba apunto de meter el pie se daba la vuelta y volvía hacia a mí con otros millones de besos, y yo como mami tonta que soy, me era un poquito imposible empujarla hacia dentro así que necesité un pelín de ayuda. Sí, soy torpe. No sé cómo decirlo para que no suene brusco pero mi tío la cogió de un brazo y la metió dentro de la clase dándole su mano al profesor para que si quisiera salir, no pudiera, por así decirlo. Pero realmente no hizo falta que el profesor la agarrara ni nada, se dio la vuelta y empezó a mirar la clase porque nunca había estado ahí pero no estaba llorando ni nada. Estaba dentro y sabía que de ahí no iba a salir hasta pasado un rato así que qué mejor forma de pasar el rato que explorar un poquito. Yo salí con una tremenda victoria: ¡NO HA LLORADO! Y me fui a casa a esperar que llegase el momento de ir a buscarla. Y llegó. Y fui y todo genial. Me dijo que se lo había pasado bien, que le gustaba su profesor y había un par de niñas que ella conocía de antes así que guay pero ella no quería volver más. Se lo había pasado muy bien pero mañana quería quedarse en casa con mamita. Pero a pesar de ese pensamiento, los días siguientes fue genial a clase y a medida que avanzaban los días aún mejor, sobre todo cuando empezó con la jornada completa por la merendilla. Sí. Le hace mucha ilusión llevar una mochilita de Tarta de Fresa a clase con su merendilla dentro: un sandwich y un zumo, excepto el día de la fruta.

Al principio he de decir que prácticamente no supe nada de lo que hacía en clase porque apenas me contaba cosas. Pero a medida que van pasando los días se suelta más y me cuenta más cosas, como hace unos días. Me contó que un amigo de su clase, Manuel, había llevado una calabaza de Halloween y que le había dado miedo, que era naranja y a continuación me dijo que quería ver una película de Halloween. Y hace poco vio la película de El pequeño vampiro  así que tenemos esa como de Halloween.
Otra anécdota así que me ha sucedido con ella hace unos días y algo que no me gusta mucho es que estando mi primo Mario molestando un poquito en mi habitación, Noa, cuando se lo estaban llevando soltó: la madre que le parió al niño este. Ejem, ejem... Me quedé algo impactada a la vez que me hizo gracia pero a la hora de regañar, una ha de reírse por dentro. Le pregunté que qué había dicho y con su voz de soy una niña muuy buena me dijo que no había dicho nada, volví a preguntarle y repitió la frase. Le dije que ese tipo de cosas los niños pequeños no tienen que decirlas, a lo que ella me respondió: es que Paula lo dice. Y claro, si en el colegio sus amigos se pasan el día diciendo esas cosas es normal que algo de ello se le pegue, pero bueno. Ahí estaré yo para quitarle, en casa al menos, esa manía.

Y no hay así mucho más que contarte. Dentro de poco tengo una reunión de padres con el profesor para que nos cuente un poco cómo va a ir este trimestre, lo que están haciendo y van a hacer y esas cositas.

Me disculpo de nuevo por la tardanza de la entrada pero no he podido darme mucha más prisa en escribir esto ya que he tenido otras prioridades últimamente.
Espero que estés pasando un buen fin de semana, y que la semana que entra sea una buena.
¡Un beso!

3 comentarios:

  1. Me gustar volver a tener noticias vuestras.
    Noa ya se hace grande, aish...
    Como veo que solo hay tres temas propuestos te propongo otro: Vuelta a clases de Marina.
    Un beso enorme.

    ResponderEliminar
  2. Me gustaría que hicieses una entrada sobre pros y contras de ser madre adolescente, besos.

    ResponderEliminar
  3. No creo que haya ningun pro de ser madre adolescente...

    La entrada que propone de Vuelta a clases de Marina es una idea muy buena!! Como te ha ido el cole que tal con tus compis como te lo pasas en clase etc

    ResponderEliminar