29/8/14

¿Otro bebé?


Cuando empecé a ser más consciente de lo que podía ser la vida y de lo que quería tener y ser en un futuro, en el tema de los hijos siempre tuve claro que quería tener la parejita. Lo normal supongo. Quería que entre estos dos no hubiera una diferencia mayor de cinco años y un mínimo de dos. Mis planes acerca de mi edad también eran muy distintos, casi unos diez años de diferencia. La edad que para mí parecía ideal para mi primer hijo eran los 25 o 26 años, pero quién me iba a decir a mí que con 16  años tendría al primero y que mis planes cambiarían tanto...



Desde que Noa llegó a mi vida, mi futuro tal y como lo veía se fue, así, de repente. Y aunque llevase nueves meses con ella en mi tripa, no fui realmente consciente del cambio hasta que  la tuve en mi pecho por primera vez. Los estudios, los amores, la familia, las responsabilidades, el trabajo, los hijos, todo cambió...

Mi futuro antes de tener a Noa se planteaba de la siguiente manera: me veía con una carrera y quizá hasta un máster acabados, trabajo estable y con un sueldo algo generoso, con pareja sino apunto de casarnos, ya lo habíamos hecho por lo que lo de tener casa propia no era un sueño. Sobre los 25 o 26 buscaríamos el primer niño y para los 28 o 30 como tarde, buscar el segundo. Digamos que todo parecía genial. Sin embargo, mi futuro después de ser madre cambió. Estos planes ya no son para nada realizables, o al menos en cuanto a hijos se refiere.
Si siguiera un poco el plan que establecí cuando era más joven y aún no sabía lo que ser madre conllevaba, me encontraría con 21 años y dos niños para los cuales no tendría ingresos para mantener ya que sólo habría sido capaz de terminar los estudios secundarios. No tendría casa propia por lo que la educación de mis hijos se vería afectada por los otros adultos que rondan en mi casa. La intimidad con mi pareja también sería algo difícil porque en mi casa hueco no habría para dos personas más, y lo de vivir en la suya quizá sería un tema complejo porque ya no sólo su hijo viviría con nosotros, sino también mi hija cuyo padre es otro, aunque si tuviera otro hijo supongo que habría llegado a aceptar a mi hija. Él pongamos que tampoco tendría trabajo y aunque tuviera un sólo sueldo ahora tampoco daría para mantenernos. Y los planes en plan boda y todo eso tendrían que esperar, incluso quizá ni se realizaran.

Como ves los dos futuros que me he podido plantear en mi vida no tienen absolutamente nada que ver, uno parecía ser todo perfecto y en el otro (aunque perfecto para mí también podría ser en plan sentimental porque tus hijos lleguen cuando lleguen son lo mejor de tu vida) está lleno de complicaciones. Así que lo de tener un segundo hijo tendrá que esperar al menos a que parte del futuro principal se cumpla: acabe los estudios, mi situación sentimental sea algo estable, el tema de la casa propia esté resuelto, y lo del trabajo algo parecido, o que al menos tengamos los ingresos suficientes para mantener a lo que sería nuestra familia.
En plan personal llega un nuevo problema. El haber sido madre tan joven implicó e implica perderte cosas, cosas como irte de vacaciones sólo con tus amigos, no tener responsabilidades que no vayan más allá de limpiar tu habitación, poder ser algo irresponsable en tus salidas nocturnas, tener un pleno romance, experimentar eso de irte a vivir con tu pareja a vuestra propia casa (sin niños) y vivir en pareja, etc. Cosas que por mucho que yo quiera, algunas de ellas son imposibles de realizar porque el tener un hijo condiciona todas y cada una de las cosas que haces o puedes hacer. Para cuando yo tenga 26 años, la edad que yo pensé ideal para tener hijos, mi hija tendrá unos 10, por lo que ya no es tan niña y prácticamente se cría sola. No son los mismo cuidados que cuando tiene apenas tres meses de vida, y en poco tiempo (4 o 5 años) empezaría a salir con sus amigos también y a tener esa vida de adolescente de la que yo sólo pruebo pizcas de tarde en tarde. Meterme de nuevo con un bebé cuando casi tengo a la mía criada me daría pereza, sí, pereza porque un bebé conlleva muchos sacrificios, por eso siempre quise que se llevaran poca edad de separación.

Digamos que mi futuro en cuanto a tener un nuevo hijo se ve algo oscuro de momento. Emocionalmente y si tuviera la situación que yo considero la ideal, sí, tendría otro pero aunque soñar pueda estar bien, hay que mantener muy bien los pies en el suelo y pararse a pensar en todas las consecuencias que puede tener en que un bebé parezca de nuevo en mi hija. Es cierto que cuando me vi embarazada con 16 años, las consecuencias no fueron realmente tomadas en cuenta pero bueno, dicen que hay que pasarlo para darse cuenta de ello así que, gracias a eso sé hoy qué un nuevo bebé en mi pequeña familia podría llegar a destruirla del todo y verme en una situación en la cual ni quiero que mi hija mayor (si tuviera otro) se viera ni el pequeño ni mi pareja y tampoco yo.
Esta vez me gustaría hacer las cosas bien y esperar, esperar al momento perfecto.


6 comentarios:

  1. Hola te he dejado un regalido en mi blog!!!!!!

    ResponderEliminar
  2. Muy bonita la entrada.
    ¿Habéis ido este año de vacaciones?
    Un besito.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Estuvimos Noa y yo tres días en la playa pero después de eso nada. (:

      Eliminar
  3. Jooo me hubiera gustado quee buscases un nene ahora ):

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Jajaj supongo pero tener un niño ahora sería muy difícil y de tenrtlo lo tendría porque yo quisiera..

      Eliminar